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El hecho ocurrió pasadas las dos de la tarde de este jueves 9 de noviembre, cuando dos labriegos intentaban regresar a sus casas después de las faenas de campo en una población del noroccidente de Nariño.
Las autoridades fueron alertadas sobre lo sucedido y de inmediato solicitaron la colaboración de la fuerza aeroespacial y de la brigada 23 del ejército.
Los campesinos, cuyas identidades se mantienen en absoluta reserva, sufrieron heridas por esquirlas al pisar una mina antipersonal, y su estado de salud es estable.
El coronel Fever Amaury Martínez, subcomandante de la brigada 23 del ejército con sede en Pasto, aseguró que la reacción inmediata permitió que los dos campesinos fueran evacuados vía aérea para recibir atención oportuna en el Hospital Universitario Departamental de la capital de Nariño.
El oficial afirmó que presentará una denuncia ante la comunidad internacional porque las minas antipersonal, además de causar un número desproporcionado de amputaciones entre los heridos, constituyen una clara violación del derecho internacional humanitario.
Martínez manifestó que este es el segundo caso registrado en menos de 24 horas en Nariño, en una zona con marcada presencia de grupos armados ilegales que, a través de la siembra de estos artefactos mortales, buscan marcar territorio sin medir las consecuencias.
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Por su parte, el secretario de gobierno del departamento, José Obregón, indicó que en lo que va del año se han registrado 37 eventos, de los cuales cinco personas han perdido la vida.
El funcionario advirtió que en el Hospital Universitario Departamental están siendo atendidos los dos labriegos y condenó este hecho, ya que Nariño es uno de los departamentos con la mayor cifra de heridos debido a la utilización de minas antipersonal.
Obregón señaló que en regiones como el Pacífico suroccidente y la cordillera hay una crisis humanitaria debido a estos artefactos no convencionales, que no distinguen entre militares y civiles.
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Indicó que desde hace más de tres años han solicitado al gobierno nacional que, en los procesos de diálogos con el ELN y las disidencias de las FARC-EP, se pacte un acuerdo que prohíba el uso de minas antipersonal y que las delegaciones de las FARC y el ELN revelen dónde han sembrado estos artefactos en Nariño.
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