Desde Asonocturnos, el gremio que reúne a más de 30 billares, bares, discotecas y estaderos de Barranquilla, reconocen que exigirles a los clientes el carnet de vacunación contra el COVID-19 para permitir su ingreso a estos lugares es una restricción que puede ser, incluso, "parecida al pico y cédula", pero necesaria para poder minimizar los riesgos de contagio.
Henry Hernández, presidente de Asonocturnos, aseguró que lo importante es garantizar la protección, tanto de visitantes como de los trabajadores y, de esta manera, evitar que se frene la reapertura económica por cuenta de la pandemia.
"Es algo que nos limita porque es una exigencia reglamentaria y si nosotros dejamos entrar a una persona que no esté vacunada, vamos a tener sanciones y podemos correr el riesgo de que nos cierren el negocio, pero toca hacerlo porque la gente tiene que tomar conciencia", expresó Hernández.
"Gracias a Dios hay mucha gente que se ha vacunado. Nosotros también hemos hecho campañas para vacunar a todos nuestros empleados, pero ahora faltan nuestros clientes, que son los más importantes", sostuvo.
Desde este jueves hasta el próximo domingo 10 de octubre, la Alcaldía de Barranquilla habilitará los dos primeros puntos de vacunación móviles en establecimientos nocturnos: uno será instalado en Country Licores, en el norte de la ciudad, y el otro en la discoteca Baruda, ubicada en el sur.
En estos puntos de vacunación itinerantes, las personas que no han recibido ninguna vacuna podrán acceder a las dosis únicas de Janssen para poder ingresar a los establecimientos. Asimismo podrán acceder habitantes y transeúntes del sector.
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