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Bogotá está repleta de construcciones coloniales que dieron forma a las primeras calles y sentaron las bases de la civilización moderna en la capital. Entre ellas destaca el emblemático y turístico barrio de La Candelaria, en el centro de la ciudad, que conserva una parte fundamental de la historia del país.
Sin embargo, más allá de este conocido sector, existen otras edificaciones menos concurridas y poco comunes en su tipo, como el puente más antiguo de Bogotá, situado en la localidad de Fontibón que también podría ser un sitio turístico, pero no tiene la misma relevancia y peor aún, está casi en ruinas.
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El Puente del Virrey José Solís, una joya de la ingeniería colonial en Bogotá, cumple 271 años como testigo silencioso de la historia de la ciudad. Este emblemático puente, construido durante el mandato del virrey José Solís (1753-1761), fue una pieza clave en el desarrollo de las comunicaciones en el antiguo Nuevo Reino de Granada, conectando la ciudad de Santafé con el puerto de Honda.
Originalmente construido en piedra y mampostería, el Puente del Virrey refleja las habilidades técnicas de los constructores coloniales pues sigue en pie luego de 271 años.
Este puente no solo conectaba físicamente a Santafé con otras regiones, sino que también unía épocas y culturas. Hoy, el Puente del Virrey José Solís es un testimonio tangible de la ingeniería colonial, un símbolo de los desafíos logísticos superados por los virreyes de la época y un recordatorio de la necesidad de preservar el patrimonio histórico de la ciudad.
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Según un estudio universitario por la Universidad Nacional, su diseño inicial, compuesto por un solo arco y un nicho, se modificó posteriormente con la adición de un segundo cuerpo para reforzar su estructura. Esto no solo demuestra la evolución arquitectónica del puente, sino también las necesidades técnicas y estéticas que marcaron sus múltiples reconstrucciones.
En un territorio lleno de pantanos y lagunas, como lo era la sabana de Bogotá, este tipo de infraestructuras resultaba crucial para el transporte de mercancías y animales de carga. El virrey José Solís no solo promovió la construcción de este puente, sino también la reparación de caminos y otros puentes de la región, financiando las obras mediante concesiones y el cobro de impuestos sobre las vías
Aunque el Puente del Virrey sigue de pie, ha caído en el olvido de la mayoría de los ciudadanos. Actualmente, el puente enfrenta los estragos del tiempo y la falta de mantenimiento adecuado. Con sus antiguos canales de drenaje todavía en funcionamiento, se proyecta como un candidato para ser restaurado y adaptado.
En un mundo donde las construcciones modernas predominan, este puente invita a los bogotanos a redescubrir la historia que yace bajo sus pies. Su restauración no solo garantizaría su preservación, sino que también ofrecería a las futuras generaciones una conexión directa con el pasado colonial de Bogotá.
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