
¿La Vía Láctea no es como nos la enseñaron? Investigación revelaría su forma real
Una investigación sugiere que la Vía Láctea no está compuesta por varios brazos que salen de su centro, sino solo por dos: Norma y Perseo.

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Un grupo científicos espaciales de la Academia de Ciencias de China le ha dado vuelta a lo que nos había mostrado la comunidad científica sobre cómo se ve la Vía Láctea, la galaxia en la que vivimos.
El estudio publicado en la revista 'The Astrophysical Journal', pone patas arriba nuestra percepción convencional de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. Resulta que ¡estamos equivocados!
Desafiando las creencias establecidas, estos investigadores utilizaron una nueva generación de instrumentos que les permitieron medir con una precisión las distancias entre la Tierra y estrellas individuales. Con esta potente herramienta en sus manos, lograron elaborar un mapa completamente nuevo y fascinante de nuestra galaxia.
El esqueleto inicial de este nuevo mapa se construyó a partir de las mediciones de aproximadamente 200 estrellas seleccionadas meticulosamente.
Los científicos agregaron los datos más recientes del telescopio espacial europeo Gaia, que captura los movimientos precisos de millones de estrellas individuales en relación con nuestro planeta.
El artículo que presenta este trabajo revela que nuestra Vía Láctea tiene una morfología sorprendente, muy distinta a lo que habíamos imaginado hasta ahora.
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Según estos investigadores audaces, la galaxia presenta múltiples brazos con una simetría asombrosa: ¡dos brazos principales en lugar de uno! Los llamados brazos de Norma y Perseo resultan ser los brazos simétricos en el corazón de la Vía Láctea.
Así nos muestra la NASA cómo es la Vía Láctea:
Así es como sería según este estudio:
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Pero eso no es todo. Según este estudio en las regiones externas de la Vía Lactea se encuentran otros brazos espirales, pero estos son diferentes. Se trata de brazos irregulares, distantes y fragmentados, que no están conectados al bulbo central de la galaxia, donde se concentran la mayoría de las estrellas.
Los científicos sugieren que esta fragmentación peculiar puede haber sido causada por antiguas colisiones entre nuestra galaxia y otras galaxias, o incluso con cúmulos galácticos en algún momento de su vasta historia.
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