
¿Qué viene para la Iglesia católica con el papa León XIV?
León XIV, anteriormente cardenal Robert Prevost, es de origen estadounidense y tiene una amplia trayectoria como obispo en América Latina y superior general de los agustinos.

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Con la elección del papa León XIV, la Iglesia Católica inicia una etapa marcada por la continuidad de los procesos impulsados por el papa Francisco, pero también por la impronta personal de un pastor con raíces profundas en América y con experiencia misionera en el Perú. La designación del nuevo Pontífice ha sido recibida con entusiasmo por líderes eclesiásticos de todo el mundo, y en Colombia, el nuncio apostólico, monseñor Paolo Rudelli, compartió sus primeras impresiones en una entrevista exclusiva con Meridiano Blu.
“Es un momento especial, porque el Papa es nuestro superior directo, pero también porque marca una nueva etapa en la historia de la Iglesia”, expresó monseñor Rudelli al referirse al impacto personal y espiritual que genera la llegada de un nuevo jerarca.
León XIV, cardenal Robert Prevost, es de origen estadounidense y tiene una amplia trayectoria como obispo en América Latina y superior general de los agustinos. Su elección fue rápida, lo que denota consenso entre los cardenales y una preparación que había madurado en el tiempo. “Fue muy rápido, casi sorprendente, lo que significa que los cardenales estaban alineados en reconocer su liderazgo”, señaló el nuncio.
El perfil de León XIV destaca por su fuerte vínculo con la misión evangelizadora. Su paso por el Perú por más de dos décadas, su liderazgo en una orden religiosa de presencia global y su rol como prefecto del Dicasterio para los Obispos lo convierten en un pontífice con mirada universal.
“Tiene una gran experiencia de Iglesia universal, que le será muy útil en este tiempo”, indicó monseñor Rudelli. Como prefecto del Dicasterio, Prevost fue responsable de proponer al Papa los nombramientos episcopales, un rol clave para el gobierno eclesial. Esta experiencia, sumada a su cercanía con el papa Francisco, sugiere una línea de continuidad en la apertura pastoral, la inclusión y la sinodalidad.
Desde su primer discurso en la Plaza de San Pedro, el nuevo Pontífice dejó ver que seguirá construyendo sobre el legado de Francisco. Habló de paz, de tender puentes, de una Iglesia “para todos” y de la cercanía de Dios.
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“Los temas que mencionó han sido muy cercanos al corazón del papa Francisco: la paz, la apertura, la sinodalidad. Construirá sobre ese camino”, destacó Rudelli. León XIV se presenta, entonces, no como un cambio abrupto, sino como una evolución coherente, capaz de dialogar con los desafíos actuales del mundo moderno y de la Iglesia.
La elección del nombre “León XIV” remite inevitablemente al Papa León XIII, recordado por sentar las bases de la Doctrina Social de la Iglesia a finales del siglo XIX, así como por su impulso a la renovación teológica. “Fue el primer Papa que habló de justicia social y de los derechos de los obreros”, recordó Rudelli, subrayando que el nombre puede representar una orientación hacia los grandes problemas sociales contemporáneos.
También hubo un gesto simbólico poderoso en la elección del nuevo Pontífice: su primera oración pública fue una súplica a la Virgen María, en una fecha que coincide con la tradicional oración a la Virgen de Pompeya en Italia. “Eso nos dice mucho del corazón del Papa, que busca la protección y la guía de María en tiempos difíciles”, agregó el nuncio.
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: pastores que “huelen a oveja”
Sobre el estilo pastoral que puede esperarse, Rudelli fue claro: “Seguramente será un pastor cercano. Todos los pontífices lo han sido, cada uno a su manera. Pero creo que el Papa León XIV va a continuar la línea del papa Francisco”. La referencia al famoso llamado a ser “pastores con olor a oveja” resuena en este nuevo inicio.
La comunidad católica se prepara así para un pontificado que combinará profundidad espiritual, sensibilidad social y apertura a los cambios del tiempo. Aunque cada Papa tiene su propia personalidad, la elección de León XIV sugiere una continuidad esperanzadora para los fieles.
“El Papa no es simplemente un líder. Es un testigo de Cristo y un intérprete de la voz de Dios para el mundo de hoy. Y estoy seguro de que el Señor lo va a ayudar”, concluyó monseñor Rudelli.