‘Mamá Nancy’, dos décadas previniendo el suicidio con su línea de la ternura

En una casa llena de recuerdos vive Nancy Ester Mier, o ‘Mamá Nancy’, como todos la conocen en Barranquilla. Esta mujer, de 75 años, y de voz dulce es la gestora de la línea de la ternura, un espacio que ha salvado muchas vidas de personas que por varias razonas están desesperadas.“Son muchísimos los casos que gracias a papa Dios hemos logrado sacar adelante. En un principio, las llamadas eran confidenciales, pero luego vi que debía hacerle un seguimiento y empecé a pedirle los nombres y números de teléfono a quienes llamaban para preguntar cómo iban”, relató ‘Mamá Nancy’.Su motivación para crear esta línea que busca dar consuelo a los deprimidos y prevenir el suicidio nació hacia el año 1998, luego de ver que varias personas se arrojaban del Palacio de Justicia Rodrigo Lara Bonilla de Barranquilla, también conocido como centro Cívico.Lea también: Quédate, estamos aquí”: agrupación del oriente de Cali canta en contra del suicidio“Muchos de los que se tiraron dejaron una cartica y decían por qué lo hacían. Entonces dije muchas veces que las personas tienen cosas por dentro que decir entonces decidí abrir la línea de la ternura”, relató la mujer.El mensaje de ‘Mama Nancy’ va cargado de palabras bonitas y mucho afecto, pero sobre todo demostrándole que quienes la llaman que la vida es maravillosa y vale la pena vivirla.Esta mujer no recibe dinero a cambio de su labor, el pago es la satisfacción de ver salvada una vida y reunidas las familias.‘Mama Nancy’ es toda una institución social en Barranquilla. Hasta hace poco también fue un gran respaldo para los detenidos, prostitutas y habitantes de la calle, a quienes visitaba con mucha frecuencia llevándoles ayudas.Hoy pide el respaldo de las istraciones locales y departamentales para continuar con esta labor, pues a pesar de sus 75 años, manifiesta tener muchas fuerzas para seguir brindando ayuda.Mientras tanto sus líneas 300 3125563 y 311 6759549 siguen estando habilitadas a cualquier hora para quien necesite consuelo.Escuche en audio esta historia: