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Nelson Polanía, más conocido como Polilla, reveló en el programa Día a Día que desde la partida de su esposa, la reconocida humorista La Gorda Fabiola, el pasado 19 de septiembre, ha tenido tres sueños muy significativos con ella.
Durante su intervención, aprovechó para reflexionar sobre el duelo, destacando que este proceso no es lineal, sino que se asemeja a una "montaña rusa de emociones", donde los días pueden fluctuar entre el bienestar y pensamientos más oscuros.
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El primer sueño tuvo lugar en la Clínica Colombia. En él, Polilla relató que al llegar, vio a Fabiola saludándolo desde la habitación donde estaba internada.
Sin embargo, cuando intentó subir al piso donde ella se encontraba, un médico le recomendó no hacerlo. A pesar de las indicaciones, decidió desobedecer y entró a la recámara, pero no la encontró.
En el segundo sueño, Polilla se encontraba en la misma habitación donde Fabiola falleció. Según su relato, ella lo abrazó y le pidió que le susurrara al oído cuánto la amaba, petición que él cumplió con ternura. Este sueño lo conmovió profundamente, ya que simbolizó un último momento íntimo con su esposa.
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El tercer sueño tuvo lugar en las instalaciones de Caracol Televisión, donde Fabiola se mostraba algo nerviosa porque debía actuar en una producción junto a la icónica actriz Vicky Hernández.
En esta escena onírica, La Gorda Fabiola estaba vestida como empleada del servicio y itió ante Polilla sentirse intimidada, a pesar de ser consciente de sus propias capacidades.
Lo más curioso del sueño fue el momento en que Fabiola vio a Jorge Enrique Abello, quien estaba en una llamada telefónica. Fabiola insistió en que Polilla se acercara a él, lo cual hizo, pero cuando se giró para presentarle a su esposa, ella había desaparecido.
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Este hecho llamó la atención de Polilla, pues coincidió con que el actor había lanzado recientemente un libro sobre el duelo, lo cual consideró como una posible señal.
Polilla también compartió que llevó las cenizas de Fabiola a Caracol Televisión, donde se celebró una misa en su honor, organizada por el equipo de Sábados Felices. Este gesto reafirmó el fuerte vínculo entre la pareja y su lugar de trabajo, el cual siempre fue parte importante de sus vidas.
El proceso de duelo de Polilla, al igual que sus sueños, ha sido una forma de mantener viva la memoria de La Gorda Fabiola, recordando que la conexión emocional trasciende incluso después de la muerte.
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