
Enfermedad deformó el rostro de una mujer y casi le quita la vida: “Era la burla de la gente"
La mujer expresó que sueña con recuperar su vida y con que otras personas en su situación sepan que hay una posibilidad.

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Una historia ha conmovido el corazón de miles de personas en el país. Se trata del caso de Sandra Castañeda, una mujer de 31 años que ha vivido marcada por una enfermedad rara y silenciosa que deformó su rostro, apagó su infancia y casi la lleva a quitarse la vida.
En un reportaje del programa Los Informantes de Caracol Televisión, Sandra expuso su historia. Señaló que desde que tiene memoria ha vivido con neurofibromatosis tipo 1, también conocida como enfermedad de Recklinghausen.
Se trata de un trastorno genético que causa el crecimiento de tumores en los nervios y puede desencadenar graves deformidades. En Colombia, solo un bebé entre 50.000 nace con esta condición.
"Siempre le pedía a Dios que algún día pudiera verme con la carita derecha y los labios bien puestos", recordó Sandra.
Contó que nunca tuvo una infancia feliz y actualmente no hay más que una foto de su niñez: "Me sentía invisible, como si no existiera".
Además, nació en una familia de escasos recursos, sin a tratamientos médicos especializados. Cuando era pequeña un doctor les dijo que no había nada que hacer y durante años no se hizo nada.
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La enfermedad avanzó sin freno, deformando su rostro, afectando su audición, su visión y su capacidad para hablar y dormir.
"Dormía solo de un lado. A veces no podía ni respirar", relató. La desesperación fue tanta que incluso intentó quitarse la vida.
Pero su vida dio un giro cuando un amigo le habló a una influenciadora que conecta a personas en situaciones extremas con posibles soluciones. Nadia Cartagena no dudó en ayudarla.
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La mujer acudió a la Fuerza Aérea y al reconocido cirujano plástico Juan Carlos Vélez, quien aceptó el reto de devolverle a Sandra lo que hace años había perdido: la esperanza.
"La lesión de Sandra era una masa tumoral muy grande en la mitad izquierda del rostro. Había generado una deformidad importante de los huesos faciales", explicó el doctor a Los Informantes.
La primera cirugía duró varias horas y consistió en retirar una gran parte del tumor, reubicar la oreja y reconstruir parcialmente la simetría facial. Aún faltan varias intervenciones más para continuar con el proceso, pero el cambio ya es visible.
“Lo que más ha cambiado en mí es que ahora puedo sonreír. Me siento muy feliz y muy distinta”, aseguró.
La mujer expresó que sueña con recuperar su vida y con que otras personas en su situación sepan que hay una posibilidad.