Así quedó Los Ángeles, Estados Unidos, tras voraces incendios: impresionante video

Los Ángeles, en Estados Unidos, se encuentra lidiando con una de las temporadas de incendios forestales más devastadoras de los últimos años. La combinación de los intensos vientos de Santa Ana y la sequía extrema ha generado condiciones ideales para la propagación de las llamas, arrasando con amplias áreas de la ciudad y dejando a su paso imágenes que parecen sacadas de una película apocalíptica.Uno de los lugares más afectados ha sido Pacific Palisades, una de las zonas más icónicas de Los Ángeles, conocida por sus vistas al océano y sus mansiones multimillonarias. Un impresionante video compartido en la red social X muestra la magnitud de la tragedia. En las imágenes, tomadas desde un vehículo, se observan edificios y casas consumidos por las llamas, mientras una densa capa de humo cubre el cielo. Las imágenes transmiten la sensación de un paisaje desolado, difícil de creer para quienes conocen la zona.Según los testimonios de los residentes que lograron evacuar, el fuego avanzó a tal velocidad que parecía que el cielo mismo se incendiaba. “El fuego estaba tan cerca que no pudimos hacer nada para detenerlo”, relató una de las personas que tuvo que dejar su hogar. La rapidez del incendio ha sido una de las principales preocupaciones para las autoridades y los evacuados.Hasta ahora, los incendios han destruido más de 1.820 hectáreas, y las autoridades informan que el número de evacuados asciende a 30.000 personas. Además, 13.000 estructuras están en riesgo, y el panorama sigue siendo incierto debido a las difíciles condiciones meteorológicas, con vientos intensos que alimentan las llamas. El impacto de la calidad del aire también ha sido grave, alcanzando niveles “peligrosos” en la región.Las autoridades locales, junto con equipos de rescate y bomberos, continúan trabajando para controlar las llamas. Sin embargo, los tres incendios principales —el Incendio Palisades, el Incendio Eaton y el Incendio Hurst— siguen fuera de control, lo que mantiene a la ciudad en alerta máxima. La situación sigue siendo crítica y, con la creciente magnitud de la crisis, los esfuerzos de recuperación y control continúan siendo la principal prioridad.