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Tras haberse conocido que el Gobierno nombró por tercera ocasión a un director encargado del Invima, esta vez a Juan Carlos Arias, quien venía desempeñándose como director técnico de la Dirección de Cosméticos Aseo, Plaguicidas y Productos de Higiene Doméstica, la Asociación de Laboratorios Farmacéuticosde Investigación y Desarrollo (Afidro) expresó su preocupación por la situación de la entidad.
Según datos proporcionados por la asociación, el Invima acumula una abrumadora cifra de 27,904 trámites sin resolver hasta junio de 2023, algunos de los cuales llevan pendientes desde hace seis años. Esta demora en la aprobación de productos es alarmante, ya que afecta la disponibilidad de tratamientos médicos esenciales en el mercado colombiano.
Además, se destaca que el 70 % de los registros sanitarios retrasados corresponden a productos importados. Esta situación no solo obstaculiza la competencia en el mercado farmacéutico, sino que también podría tener consecuencias graves para los pacientes, ya que la falta de oportuno a nuevos tratamientos médicos puede poner en riesgo vidas.
María Clara Escobar, presidente ejecutiva de Afidro, aseguró que en promedio los tiempos de evaluación en el Invima superan en tres veces los plazos establecidos por la normativa.
“El Invima debe ser una entidad que cuente con un recurso humano suficiente y capacitado, con vocación de permanencia, con las herramientas TIC requeridas para operar con procesos ágiles y eficientes y, en general, con una infraestructura tecnológica que asegure la interoperabilidad y seguridad de todos sus sistemas de información. Muchas de estas mejoras no requieren reformas normativas del Congreso, sino la definición de un plan estratégico con recursos financieros y un gran equipo de dirección”, se lee en un comunicado compartido por la presidenta de esa asociación.
Además, para Afidro se destaca la inusual interinidad en la dirección del Invima durante el actual Gobierno, habiendo tenido tres directores generales interinos en este periodo.
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“No tenemos claridad sobre las razones que han llevado al Gobierno a mantener el cargo vacante, pero sí podemos afirmar que no es una situación común entre las autoridades sanitarias a nivel mundial, las cuales deben mantener su autonomía e independencia ante los cambios políticos bajo su rol de una agencia fundamental para la protección de la seguridad nacional desde el punto de vista de la salud pública”, dijo Escobar a través de un comunicado.
Además, se ha señalado que esta situación dificulta la negociación y obtención de recursos financieros necesarios para fortalecer la entidad.
Por último, para Afidro los canales de comunicación entre el Invima, la industria y los s se han visto deteriorados, lo que ha afectado la fluidez en las respuestas y la colaboración en el registro de nuevos productos.
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