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En Colombia, el 44,7 % de los niños, niñas y adolescentes entre 6 y 17 años presentan señales de afectaciones en su salud mental, según datos recientes del Ministerio de Salud y Protección Social. Entre las problemáticas más frecuentes destacan la depresión y la ansiedad, condiciones que repercuten directamente en su desarrollo integral y calidad de vida.
Factores como los conflictos familiares, la falta de apoyo parental, problemas de autoestima y la dificultad para gestionar emociones son los principales desencadenantes. En el ámbito escolar, situaciones como el acoso y las relaciones conflictivas también intensifican este panorama.
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“Las consecuencias de ignorar la salud mental en la infancia son alarmantes. En los más pequeños, es común observar cambios de humor, irritabilidad, desinterés por el juego y alteraciones del sueño. En los adolescentes, estas señales pueden transformarse en tristeza profunda, pérdida de apetito, preocupaciones excesivas sobre su imagen corporal e, incluso, en los casos más graves, autoagresiones o pensamientos suicidas”, indicó Cindy Insuasti, psicóloga clínica.
Identificar las señales de alerta a tiempo es clave para prevenir el agravamiento de las condiciones de salud mental en los menores. La terapia psicológica combinada con el apoyo emocional de la familia es una herramienta fundamental para abordar estas problemáticas. En casos severos, el apoyo psiquiátrico y el tratamiento farmacológico también son necesarios.
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Según un informe de la Contraloría General de la República emitido en 2024, el 64,9 % de los casos dedepresióny ansiedad en menores se originan en problemas familiares o en la falta de supervisión en el uso de tecnología. Las plataformas digitales, si no se regulan adecuadamente, pueden generar adicción, trastornos del sueño y exponer a los niños a estándares irreales que afectan su autoestima. “Es crucial establecer límites claros en el uso de dispositivos, implementar controles parentales y fomentar actividades familiares que desconecten a los menores del entorno digital”, señaló la doctora, Insuasti.
El papel de las instituciones educativas y las familias
Además del entorno familiar, las instituciones educativas juegan un rol determinante en la salud mental infantil. Los colegios deben promover ambientes escolares positivos y programas que desarrollen habilidades sociales, manejo de emociones y resiliencia en los estudiantes. Factores como el bullying y el acoso escolar se han convertido en principales detonantes de problemas psicológicos en menores.
“Cuando cualquier miembro de la familia presenta síntomas de enfermedad mental, es fundamental buscar ayuda profesional. En Colombia, existen alternativas como las EPS, que ofrecen acompañamiento psicológico y remisión a psiquiatría cuando es necesario. Además, el país cuenta con líneas de atención emocional como la 106 y la 018000112439, que brindan apoyo a familias y niños en crisis”, concluye la especialista.
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