Se conoce identidad del hincha del Bucaramanga que durante 10 años fue con máscara al estadio

El enmascarado auriverde, así le decían en el estadio cada vez que veían llegar al hincha que por 10 años usó una máscara verde y amarilla para acompañar al Atlético Bucaramanga en los encuentros de fútbol.En la tribuna occidental del estadio Américo Montanini, el enmascarado auriverde era conocido porque no faltaba a ningún partido, ha estado en los malos y también en los buenos tiempos, como este, del Atlético Bucaramanga, que luego de 75 años obtuvo su primera estrella.Este año, cuando el equipo ‘Leopardo’ empezó a obtener buenos resultados el hincha fiel prometió quitarse la máscara, tuvo fe y el sueño se hizo realidad.Cuando se escuchó el pitazo final, cumplió su promesa, descubrió su rostro.“¡Quítesela, quítesela! Le gritaban quienes estaban a su alrededor en las graderías del estadio El Campín en Bogotá donde el Atlético Bucaramanga derrotó al Independiente Santa Fe.Quien estuvo por una década detrás de la máscara es Nicolás Becerra, un bumangués de 40 años que trabaja en una entidad bancaria de la ciudad y quien empezó a usar la máscara luego de que con un grupo de amigos crearan la barra El Coraje Leopardo.“La historia de la máscara es que tuve la oportunidad de ir a México y a mí me gusta la lucha libre y el fútbol, mis dos pasiones, entonces vi la máscara amarilla y verde y de un dije: la del Bucaramanga. Entonces empecé a ir al estadio con ella puesta”, contó Nicolás a Blu Radio.Dice que las personas le tomaron cariño al personaje. En sus redes sociales, donde publicó el momento en el que se quitó la máscara y descubrió su rostro, los s han escrito toda clase de mensajes.“Hay gente que dice, yo pensaba que era más gordo, más viejo, más feo, hasta pensaba que tenía algún problema en el rostro y que por eso me ponía la máscara”, manifestó Nicolás.Luego de cumplir su promesa, Nicolás Becerra, el enmascarado auriverde, dice que seguirá usando la máscara porque representa la lucha para lograr cada objetivo.