Las fuertes precipitaciones de las últimas semanas han generado múltiples emergencias en varias zonas del departamento, dejando incomunicadas varias regiones con vías terciarias y secundarias cerradas, especialmente en la provincia de García Rovira. Esta situación ha golpeado de manera directa a dos sectores clave de la economía local: el turismo y la agricultura.
Desde el sector hotelero advierten que las cancelaciones de reservas ya comenzaron a sentirse y podrían agravarse si no se restablece pronto la conectividad vial. Aseguran que la provincia está prácticamente aislada, lo que frena la llegada de visitantes.
Por su parte, los campesinos de municipios como Málaga y Guaca denuncian que no pueden transportar sus productos hasta Bucaramanga, lo que ya ha generado grandes pérdidas económicas. El recorrido hasta la capital departamental se ha duplicado debido al mal estado de las carreteras, aumentando los costos de transporte y reduciendo las ganancias al mínimo.
“Las cosechas se han perdido. Son productos no perecederos como papa, yuca, zanahoria… incluso la leche la hemos tenido que botar. El pueblo está solo, ya nadie pasa por acá”, dijo Álvaro Tarazona, campesino de Guaca, quien también cuestionó el papel de las autoridades frente a la situación.
“La situación es desoladora, sentimos que estamos secuestrados en la provincia, este problema no es nuevo, cada vez que llueve ocurre lo mismo y no hay soluciones, vienen funcionarios, ministros, directores de Invías, y todo sigue igual”, agregó.
Los afectados piden al Gobierno Nacional y a las autoridades departamentales una intervención urgente para restablecer las vías, evitar más pérdidas y garantizar la movilidad. Advierten que si no se actúa pronto, la crisis podría ser devastadora para el sector económico, recordando que la despensa agrícola de Santander se encuentra en la provincia de García Rovira