
Gobierno y Coordinadora Ejército Bolivariano mantienen intención de retomar diálogos en Nariño
Después de esta primera jornada de reunión, hay sensaciones positivas para que se puedan retomar los diálogos ente las partes.

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Con la firme decisión de retomar las negociaciones y con el objetivo de demostrar al país que el proceso sí está avanzando, el Gobierno y la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano se reunieron en zona rural de Tumaco, Nariño, para acordar los puntos que permitan dar continuidad a la mesa de diálogos de paz suspendida desde hace un mes tras la captura de Andrés Rojas delegado de la guerrilla disidencias de las Farc.
Blu Radio conoció en exclusiva que las delegaciones llegaron hasta una determinada zona rural de Tumaco con un solo fin: hacer caminar el proceso de diálogos pese a la incertidumbre jurídica que causó la detención de Andrés Rojas, comandante de comandos de frontera que hace parte de la mesa de conversaciones, actualmente recluido en el pabellón de extraditables de la cárcel La Picota.
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Después de casi 7 horas de diálogos y, de acuerdo a lo que se conoció, todo parece indicar que este proceso toma un impulso positivo para buscar una salida concertada a través de una negociación franca y sincera entre las dos delegaciones.
Durante la primera jornada que se cumplió este viernes, las delegaciones expusieron sus inquietudes sobre los hechos que rodearon antes, durante y después de la captura del comandante alias 'Araña'. Sin embargo, coincidieron en algo que este proceso de paz es importante para las regiones como el pacífico nariñense y el Putumayo, en donde, de acuerdo a las autoridades locales, los hechos de violencia han disminuido hasta en un 90 % desde que la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano y el Gobierno del presidente Petro decidieron instalar oficialmente una mesa de diálogos de paz,
Aunque esta reunión preparatoria se cumple bajo total confidencialidad, Blu Radio estableció que el ambiente al interior de la mesa de diálogos es positivo pese a la desconfianza que existe luego de lo ocurrido al finalizar el tercer ciclo en un céntrico hotel de Bogotá.
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La seguridad de las delegaciones está a cargo de la guardia indígena de los pueblos Awa, que no han escatimado detalle alguno dentro de uno de sus resguardos para ofrecer garantías tanto al Gobierno como a los integrantes de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano.
Según declaraciones del concejal y defensor de derechos humanos de Tumaco, Duván Mosquera, todo parece que se está ad portas de una pronta instalación formal de otro ciclo de diálogos de paz, pero pidió a las partes que no se levanten de la mesa y que el Gobierno nacional agote todas las posibilidades jurídicas posibles para que Andrés Rojas siga participando de manera virtual o sea designado como gestor de paz mientras se resuelve su situación jurídica con la justicia de los Estados Unidos que lo solicita en extradición.
Por su parte, Javier Segura, alcalde de Roberto Payan, dijo que existen manifestaciones de voluntad para reactivar la mesa, pero advirtió que deben ser reales y sin entrampamientos porque recuperar la confianza después de lo que sucedió el 12 febrero va ser difícil, pero no imposible.
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El mandatario municipal reconoció que casi un año después de la instalación de la mesa de diálogos en la subregión del Telembí, en el piedemonte costero nariñense, se ha visto una tranquilidad en la zona urbana y rural de municipios como Magüí Payán, Barbacoas y Roberto Payán, y pidió que las delegaciones no se levanten de la mesa.