Ruben Lanao, exacordenero de Silvestre Dangond, le puso punto final al proceso judicial que se le sigue por la presunta filtración de videos intímos con su expareja. El artista pidió disculpas públicas y reconoció que, aunque no fue él quien los publicó, dijo que sus acciones no fueron las mejores para evitar que se continuara difundiendo el contenido.
"Quiero ofrecer mis disculpas públicas por haber dejado filtrar unos videos intímos con mi exnovia, videos que no publiqué yo, pero que sé que las medidas que tomé en dicho no fueron suficientes para lograr evitar o reducir la difusión", manifestó Lanao.
Asimismo, el acordeonero aseguró que las autoridades hicieron un rastreo minucioso de todos sus dispositivos, mediante el cual pudieron confirmar que en ellos no tiene ningún video intímo con su expareja.
"El peritaje tecnológico certifica y muestra que en ninguno de mis dispositivos tengo estos videos", agregó.
Lanao aseguró que esta situación ha afectado su vida laboral, sin embargo, solo quiere pedir disculpas al país.
"Indudablemente este es un hecho que ha truncado muchos proyectos, que me ha afectado en mi vida laboral, pero que para mi, en estos momentos, lo más importante es asumir y reiterar las disculpas frente a todos ustedes", sostuvo.
"Quiero pedirle sinceras disculpas públicas a mi expareja por los daños causados a su integridad, honor y dignidad, así como a su salud mental por haber dejado filtrar videos íntimos que tuve en mi poder. Estoy dando la cara frente a ella y asumiendo responsabilidad por lo lamentablemente ocurrido", añadió.
Es así como Lanao se comprometió a garantizar la eliminación de todos los videos, archivos y datos privados de su expareja que tuvo en su poder. Además, agregó que está situación no se volverá a presentar.
"Espero que mis disculpas sean acogidas para su reparación simbólica, revindicando sus derechos y dignidad", puntualizó.
Únase a nuestro canal de Whatsapp y manténgase al tanto de los hechos más relevantes.
✔️ Síganos en Google Noticias con toda la información de Colombia y el mundo.
