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La situación en Yarumal, un municipio del norte de Antioquia, ha encendido las alarmas ante el creciente uso de jarabes para la tos como droga recreativa entre jóvenes.
Este fenómeno fue denunciado por un concejal local tras el hallazgo de más de 200 frascos de estos productos en zonas cercanas a colegios y áreas frecuentadas por menores.
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En una entrevista con el programa Mañanas Blu, el alcalde Cristian David Céspedes compartió detalles sobre la preocupación de las autoridades y las acciones que se están tomando para enfrentar esta problemática.
La denuncia que desató la alarma fue realizada por el concejal Francisco Laya, quien, tras una jornada de limpieza, encontró una gran cantidad de jarabes en espacios públicos. El alcalde Céspedes expresó que esta situación es conocida desde hace tiempo, señalando: “El municipio ha venido enviando distintas solicitudes a la Secretaría Seccional de Salud de Antioquia para que se hagan los controles a estas droguerías y farmacias.”
La alarma no solo ha sido recibida por el gobierno municipal, sino también por el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, quien anunció medidas para contrarrestar el uso indebido de estos medicamentos. Entre las acciones destacadas se encuentran sanciones a las droguerías que venden jarabes sin controlar adecuadamente su distribución a menores de edad.
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El uso de jarabes para la tos como droga recreativa se basa en su combinación con otros ingredientes, lo que potencia sus efectos psicoactivos. Según el alcalde Céspedes, “los jarabes tienen algunos componentes que producen un efecto de euforia o tranquilidad, lo que atrae a los jóvenes a consumirlos.”
Este tipo de consumo podría derivar en adicciones y abrir la puerta al uso de sustancias más peligrosas, lo que ha generado un amplio debate sobre la salud pública en la región.
La Secretaría de Salud de Antioquia también ha tomado medidas para hacer frente a esta situación.
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“La Secretaría tendrá que sancionar y cerrar los establecimientos que venden jarabes a jóvenes, quienes los están usando, desafortunadamente, para drogarse”, dijo. Esto implica, según el funcionario, un control más estricto sobre las droguerías, especialmente aquellas que venden medicamentos sin los debidos controles.
Sin embargo, la responsabilidad de las droguerías se torna compleja debido a que estos jarabes son productos de venta libre, lo que dificulta el control sobre a quién se les venden. El alcalde destacó que “como estos son medicamentos de venta libre, la posibilidad de control es que cada uno de esos suministros se haga con una factura adecuada.”
Los efectos de la mezcla de jarabes con otras sustancias pueden ser devastadores.
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“Los jóvenes arman cócteles con jarabes y bebidas azucaradas, lo que produce efectos alucinógenos”, dijo.
Un aspecto alarmante de esta situación es que los jóvenes en Yarumal están expuestos a un entorno que promueve el consumo de sustancias a una edad temprana.
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“Uno como alcalde se queda bastante limitado. Realmente no hay una estrategia país para este tema”, dijo el alcalde.
En respuesta a la crisis, el municipio ha implementado una estrategia de cinco puntos, que incluye la restricción de la venta de estos productos cerca de instituciones educativas y espacios recreativos.
“Desde el principio del año sacamos un decreto para tratar de hacer la restricción, pero también queremos que este tema se considere como un problema de salud pública”, afirmó el alcalde.
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Sin embargo, la falta de recursos y la escasa infraestructura educativa en Yarumal complican aún más la situación. Céspedes expresó su preocupación por la ausencia de opciones para los jóvenes, indicando que “es el único municipio en el norte de Antioquia que no tiene infraestructura de educación superior acondicionada”.
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