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La excandidata presidencial y exsenadora Ingrid Betancourt se refirió en Mañanas Blu, con Néstor Morales, a su relación con la fallecida excongresista Piedad Córdoba, quien murió el fin de semana en Medellín.
Para Betancourt, quien estuvo secuestrada por las Farc por seis años y medio y fue liberada en la Operación Jaque, Piedad Córdoba murió dos veces para ella y lo explicó en los siguientes términos.
"Ese es el rompecabezas que se ha ido construyendo, que Colombia ha ido construyendo poco a poco. En relación conmigo, lo que yo he estado reflexionando desde hace años, pero muy especialmente desde que murió. He tenido que hacer un balance de todo esto y, créanme, que hubiera querido que esto no hubiera sido así, pues de alguna manera apreciaba. Yo había defendido a Piedad, la que había sido cercana a mi mamá. Esa Piedad murió y ahora muere ella. Entonces la hemos enterrado dos veces", dijo Betancourt.
Betancourt compartió estas reflexiones sobre el fallecimiento de Córdoba y lamentó que ella no hubiera querido hacer más por su liberación: “Lo dramático de esto es que ella hubiera podido lograr que a mí me liberaran muy rápidamente y lo que hizo fue alargar mi cautiverio, que duró seis años y medio. Me da pena insistir en esto, pero es que yo siento que muchas veces la gente no entiende, lo que son seis años y medio y son los seis años y medio que uno vive en la selva. Son seis años y medio de los hijos de uno”, indicó
De acuerdo con la excongresista, su relación con Córdoba se resintió después de la Operación Jaque, pues tuvo enfrentamiento judiciales por los presuntos nexos con las Farc de la exsenadora liberal. La situación empeoró, según relató, cuando Córdoba hizo declaraciones falsas y agresivas en los medios, generando una guerra verbal entre ambas.
Betancourt dijo que la versión que Córdoba entregó a la Corte Suprema de Justicia fue mentirosa y hostil.
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Andrés Vázquez, asesor de Piedad Córdoba en si momento, reveló detalles adicionales, y Betancourt comprendió que su presencia causaba incomodidad a Córdoba. La relación entre ambas se mantuvo tensa hasta la muerte de Córdoba.
Betancourt destacó que, según Vázquez, la liberación de Betancourt provocó una profunda depresión en Córdoba, afectando su estrategia y llevándola a enfrentar cuentas pendientes con la justicia. La inclusión de Córdoba en la lista del Pacto Histórico como senadora se interpretó como una estrategia de dilación en su contra.
Cuando ya supe por Andrés Vázquez, con el cual hablé personalmente y me contó más detalles de no solamente lo que había aportado de su testimonio oficial ante la Corte, sino ya hay cosas mucho más personales y de lo que él sentía, de lo que él había visto. Entendí que para el pie de Córdoba la presencia mía era algo que le causa incomodidad en sí, no sé cómo fue que qué edad terminó odiándome
Betancourt señaló por qué decidió creerle a Andrés Vázquez, asesor, en su momento de Córdoba, y no creerle a la figura de la congresista con quien tuvo una amistad en el pasado.
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"Ella era muy amiga de las Farc, sí ella hubiera querido que me sacaran a mí a los seis meses hubiera podido, Es decir, hubiera logrado hacerlo ella era muy cercana. Adicionalmente, pues no es solamente eso eso, digamos, todo lo que sucedió en torno a los secuestrados es también el andamiaje financiero que montó para lucrarse de su cercanía con el Gobierno de Hugo Chávez. Ahí vemos una persona que es decir que no es la que yo veía. Era una persona con afán de enriquecimiento para que necesitaba poder, que necesitaba reconocimiento la transformación de Piedad. Yo me acuerdo de que de la senadora que yo dejé, a la Piedad que yo vuelvo a ver, es otra persona", mencionó.
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