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La exsenadora colombiana Piedad Córdoba falleció de un infarto, según informes de redes sociales, lo que causó diferentes reacciones entre diversas personalidades políticas.
Una de ellas es la del exsenador y excandidato a la alcaldía de Bogotá, Gustavo Bolívar, que manifestó que Córdoba murió "triste, vilipendiada y perseguida" y relató sus últimos encuentros con el actual presidente,Gustavo Petro Urrego y su adhesión al Pacto Histórico".
Bolívar compartió que se desempeñó como intermediario para la reunión entre Córdoba y Petro, que culminó en la incorporación de la senadora al Pacto Histórico.
Asimismo, recordó cómo durante las elecciones al Senado y Cámara de Representantes, Córdoba, humildemente, se contentó con el octavo lugar en la lista, aunque esperaba estar en el décimo.
Al respecto, Bolívar retrató este episodio como el inicio de una "persecución" que afectó profundamente a la política, llevándola a su declive de salud antes de asumir su cargo.
“Lo que no imaginamos es que ese día Piedad empezó a morir. No fue, sino anunciar que aspiraba al Senado para que empezara esa persecución tan bárbara y tan rastrera que la envió a la Clínica Antes de la posesión”, manifestó el excongresista.
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El político hizo hincapié en que, a pesar de los escrutinios llevados por la Fiscalía General de la Nación y otros organismos judiciales, nunca se emitió una orden de captura contra Córdoba, considerando esto una prueba de su resistencia contra lo que describió como "el establecimiento".
“No me quiero meter en las acusaciones que le hacían, soy respetuoso de la ley, pero puedo decir que con todo lo que le esculcó la Fiscalía y la Corte, de haber hallado alguna prueba, le hubieran expedido una orden de captura. A ella jamás se la hubieran perdonado porque se enfrentó toda la vida al establecimiento. Porque ganas no les faltaron de llevarla a la cárcel”, añadió.
Bolívar también se refirió a la extradición del hermano de Córdoba a Estados Unidos, Álvaro Córdoba, y señaló que aunque esto la afectó, continuó apoyando al gobierno hasta su fallecimiento.
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“En efecto Petro lo extraditó a los Estado Unidos y ella siguió defendiendo al gobierno hasta el último minuto de su vida. Piedad murió triste, vilipendiada y perseguida. Es el precio que se debe pagar por no alienarse con los poderes oscuros de este país”, destacó.
Gustavo Bolívar concluyó su mensaje honorando a Piedad Córdoba y criticando a aquellos que deseaban su muerte, enfatizando el aprendizaje y la lucha que ella representó, sin "alienarse con los poderes oscuros de este país".
“Quienes deseaban su muerte que celebren. Solo les digo que todos vamos a morir y que nadie es Dios para atribuirse el derecho a mandar al infierno a sus semejantes. Menos sabiendo que todos tenemos pecados. Descansa en paz, amiga. Nos enseñaste a luchar sin importar terminar crucificados”, expresó.
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