Masacres y ataques a fuerza pública en Colombia: desolador panorama de orden público

Este fin de semana hubo tres ataques que dejaron nueve personas asesinadas y más de diez heridos, en Dagua, Valle del Cauca, en Tumaco, Nariño y en límites entre Meta y Caquetá.En Llorente, corregimiento de Tumaco, hombres pertenecientes al grupo Urías Rondón de las disidencias de las Farc irrumpieron en una discoteca en la madrugada de este domingo, matando a cinco personas y dejando heridas a otras 12.Los investigadores de la Policía y de la Fiscalía apuntan a que esta masacre, la número 73 del año según el conteo de Indepaz, está relacionada con la feroz disputa por el manejo del negocio de la producción y exportación de cocaína, en una de las zonas del país con mayor cantidad de cultivos de hoja de coca.Este domingo también se reportó la muerte de un soldado y otro más resultó herido, tras caer en un campo minado en el caserío El Rubí, en Mesetas, Meta, mientras adelantaban una operación militar contra alias 'Esteban', sucesor de 'Álvaro Boyaco' y hombre de confianza de 'Gentil Duarte'.El viernes pasado, en la vereda Río Blanco de Dagua, en el Valle del Cauca, un grupo de militares que adelantaba tareas de control cayó en un campo minado instalado por integrantes del grupo Jaime Martínez de las disidencias de las Farc, causando la muerte de tres soldados y dejando heridos a otros tres uniformados.Esto se suma al ataque con cerca de 200 kilos de explosivos contra una patrulla militar que se desplazaba en un camión en zona rural de Puerto Libertador, Córdoba, cometido por el Clan del Golfo y que causó la muerte de cinco soldados y heridas a otros cuatro uniformados.También hay que recordar el ataque de sicarios contratados por las disidencias de las Farc, el pasado 16 de septiembre, en el que fueron asesinados dos policías que adelantaban patrullaje en el sector conocido como Los Muñecos, en San Vicente del Caguán.El panorama de orden público en el país es desolador y seguramente será uno de los temas importantes en la campaña para las elecciones de 2022, en donde los candidatos tendrán que decirles a sus posibles electores cómo piensan afrontar esa problemática, marcada por los problemas de implementación del acuerdo de paz, las fallas en el plan de sustitución de cultivos ilícitos y en la demora del Estado para llegar a zonas dejadas por las antiguas Farc.