Escucho la nueva canción de Shakira, disfruto de su ritmo, pero cuando termina, me quedo reflexionando sobre la importancia de saber soltar, de cerrar ciclos, de aceptar el final de ciertas situaciones humanas. Lo primero que viene a mi mente es que lo que define lo humano es, precisamente, que todo tiene un fin, que todo termina.
Tal vez nuestras ansias de eternidad nos llevan a aferrarnos a lo que, en cualquier momento, puede llegar a su fin.
Entiendo que este tipo de canciones pueden tener un papel en el proceso personal de quien las crea o escucha, ya sea para cerrar un duelo o para empoderar a otras personas que atraviesan situaciones similares. Sin embargo, lo que hoy quiero subrayar es que necesitamos comprender que, cuando alguien deja de querernos, cuando un proyecto ya no es viable o una experiencia llega a su fin, debemos aceptarlo con serenidad. Solo así podremos construir nuevas experiencias en nuestra vida.
Sé que decirlo es más fácil que hacerlo, especialmente en el día a día. Sin embargo, considero que los pasos para lograrlo se pueden resumir en cuatro:
1. Aceptar las emociones: Es normal sentir tristeza, enojo, confusión o incluso alivio. Permítete experimentar estas emociones sin juzgarte.
2. Reconocer el final: acepta que la relación o el proyecto ha llegado a su fin y que es momento de seguir adelante.
3. Priorizar tu bienestar emocional: dedica tiempo a actividades que te relajen y te hagan sentir bien, como hacer ejercicio, pasar tiempo con seres queridos o disfrutar de tus hobbies.
4. Cuidar de ti mismo: asegúrate de dormir lo suficiente, mantener una dieta saludable y evitar el uso de sustancias que puedan afectar tu estado de ánimo.
Aquellos que practicamos alguna forma de espiritualidad, solemos generar espacios y rituales para agradecer lo vivido, encontrar paz en nuestro corazón y reconocer que siempre hay nuevas experiencias por construir. Solo en los cuentos de hadas todo sucede sin dificultades. En la vida real, aprendemos a ser felices mientras sanamos, nos entusiasmamos nuevamente con un proyecto y nos enfocamos en cumplir ese propósito que nos define.
Definitivamente, hay que saber cerrar ciclos, poner un punto final y abrir un nuevo capítulo en nuestras vidas.