Una de las dificultades constantes que se presenta en las aulas colombianas es el acoso escolar.Según un estudio de la organización internacional Bullying sin Fronteras, realizado en el período 2022-2023, 7 de cada 10 estudiantes de colegios y universidades en el país han sido víctimas de acoso o ciberacoso. Se entiende por acoso escolar esa "forma de violencia entre compañeros en la que uno o varios alumnos molestan y agreden de manera constante y repetida a uno o varios compañeros, quienes no pueden defenderse de manera efectiva y generalmente están en una posición de desventaja o inferioridad".
Hay varios tipos de acoso escolar:
- Acoso verbal: insultos, burlas, apodos despectivos y comentarios humillantes dirigidos hacia la víctima.
- Acoso físico: agresiones como empujones, golpes, patadas o cualquier tipo de o no deseado.
- Acoso social: exclusión deliberada de la víctima de actividades grupales, propagación de rumores o difusión de información falsa sobre ella.
- Acoso psicológico: amenazas, intimidación, chantaje emocional, manipulación y otras conductas que buscan causar miedo o angustia en la víctima.
- Acoso cibernético: uso de medios electrónicos como redes sociales, mensajes de texto o correos electrónicos para acosar, insultar, difamar o amenazar a la víctima de manera anónima o no.
Como podemos darnos cuenta, se trata de agredir al otro de cualquier manera de forma sistemática y constante. Es muy probable que se haya manifestado siempre en las aulas de nuestras escuelas, pero hoy somos más conscientes de la necesidad de custodiar la dignidad de las personas y hacer valer sus derechos.
Considero que deberíamos tomarnos más en serio este tema como sociedad. No podemos normalizarlo ni creer que se trata simplemente de aprender a defenderse. Nada justifica este tipo de comportamientos. Y tenemos claro que la violencia no se responde con violencia.
Los expertos recomiendan:
- Políticas de tolerancia cero al acoso en las instituciones educativas y en todos los espacios de convivencia.
- Programas de educación socioemocional que permitan aprender a gestionar adecuadamente las emociones.
- Talleres para padres y maestros sobre identificación y prevención del bullying.
- Protocolos claros de intervención en casos de acoso escolar.
- Espacios seguros de mediación entre estudiantes.
Los adultos tenemos que ser conscientes de que la manera cómo resolvemos los conflictos sirve de modelo para los niños, niñas y jóvenes.