La mesa urbana de paz del Valle de Aburrá cumple un año. Este es uno de los tres laboratorios de la paz total en las ciudades de Quibdó, Buenaventura y Valle de Aburrá.
Jorge Mejía, facilitador de paz urbana del Gobierno, habló sobre los avances en las negociaciones de paz urbana y los esfuerzos para reducir la violencia en las ciudades del país.
Mejía también mencionó que se están llevando a cabo negociaciones con grupos al margen de la ley en los territorios, así como conversaciones con organizaciones dentro de las ciudades.
"Tenemos la oportunidad hoy de buscar otros caminos, de buscar otras opciones, en este caso, por la vía del diálogo y la conversación, aprovechando la voluntad que las estructuras han manifestado reiteradamente. Han sido consistentes en manifestar su disposición para participar del proceso de diálogo que se ha generado por parte del Gobierno nacional con la paz total y la paz urbana, entonces es una oportunidad que consideramos no se puede desaprovechar para desmontar esas estructuras, que es lo que no se ha logrado. En ese sentido, ha sido exitoso la persecución contra los cabecillas, porque hoy están recluidos en cárceles del país, pero hemos fracasado en la desarticulación de las estructuras", dijo Mejía en Blu Radio.
La meta es desarticular el 100% de las estructuras
Mejía hizo énfasis en que es un gran logro poder desarticular desde el 50% de las estructuras que generan violencia en el país.
"Si logramos desarticular un 50%, un 60%, un 70%, y hasta un 80% de las estructuras, es un gran logro. Aspiramos a que sea el 100%, pero indudablemente sabemos que mientras el Estado no asuma competencias de control, de ejercicio, del monopolio de la fuerza, de presencia en todos los territorios, de inversión social, de establecimiento del estado social de derecho en todos los municipios, va a haber lugar para que se alimenten organizaciones delincuenciales para sub-rentas, como las que utilizan actualmente”, explicó.
Sin embargo, también reconoció que existe el riesgo de que nuevas organizaciones delictivas surjan una vez que se desarticulen las actuales.
En cuanto a los resultados de estas negociaciones, Mejía mencionó, en el caso Del Valle de Aburrá, una reducción del 8% en las tasas de homicidio, según un estudio realizado por la Fundación Ideas para la Paz.
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