Revelan entrevista que indica que Vélez sí dijo que campaña de NO se basó en indignación

En su más reciente columna en la revista Semana, el periodista Daniel Coronell reveló la entrevista en donde Juan Carlos Vélez Uribe, gerente de la campaña del No en el plebiscito por la paz, dijo que en efecto dicha campaña se basó en la indignación. La columna, titulada ‘La grabación’, subraya que Vélez confesó que “la campaña no se basó en la evaluación real de los acuerdos de paz, sino en el estímulo de la indignación”. “En la grabación, Vélez también cuenta que una de sus misiones fue sabotear la ceremonia de firma de los acuerdos de paz en Cartagena”, sostiene Coronell. La entrevista, según el comunicador, dura una hora, 33 minutos y 43 segundos y fue realizada por Juliana Ramírez, en ese momento editora de asuntos legales del diario ‘La República’. Agrega que “los del NO se dedicaron a mantener iracundos a los votantes” y que Vélez afirmó que su grupo de trabajo fue conformado por Ruby Chagüi y unos creativos expertos en hacer videos y colgarlos en redes sociales. En la columna, el periodista sostiene que “la mezcla de desinformación, fanatismo religioso y rabia dio el resultado esperado. Tal como lo dice Vélez no se trataba de apelar a la razón”. “El expresidente Uribe censuró la entrevista de Vélez en un trino que no necesita comentarios “Hacen daño los compañeros que no cuidan las comunicaciones””, finaliza Coronell. Frente a esto, el Centro Democrático emitió un comunicado en donde reitera que “desautoriza las declaraciones de Juan Carlos Vélez”. Según la comunicación, la estrategia de publicidad se basó en argumentos: dar a conocer a los colombianos los contenidos de lo firmado en La Habana, lo que sucedería si se aprobaba el Plebiscito y el mensaje de la necesidad de corregir los acuerdos. “Tanto los voceros del Partido como todos los congresistas y corporados desarrollaron una estrategia de comunicación directa con los colombianos, explicando razonadamente las implicaciones de los acuerdos de La Habana”, agrega. Finalmente, sostiene que la campaña no apeló a la mentira ni a la tergiversación de mensajes, “acudió a los argumentos para que las personas votaran a conciencia sobre el gran daño que se hubiese hecho al país si estos acuerdos se hubieran aprobado e incorporado automáticamente a la Constitución”.