En su primer discurso como ministro de Defensa, el general (r) Pedro Sánchez dejó claro el panorama de seguridad que enfrenta Colombia y la urgencia de fortalecer las capacidades del Estado para combatir las amenazas internas. La corrupción, el narcotráfico, la minería ilegal y el contrabando fueron señalados como los principales problemas que minan la seguridad del país y que, según el ministro, requieren una respuesta firme y coordinada de todas las instituciones.
El ministro defendió la política de “paz total” impulsada por el presidente Gustavo Petro, pero advirtió que algunos grupos armados han traicionado esta iniciativa para seguir delinquiendo.
“El Gobierno nacional ha sido muy generoso al buscar la paz total, la cual es una política de Estado y no de gobierno. Sin embargo, esa generosidad genuina ha sido traicionada por quienes, bajo falsas promesas de paz, continúan ejerciendo violencia contra nuestros ciudadanos”, enfatizó.
Sánchez dejó claro que el Estado no cederá ante los violentos: “La respuesta del Estado debe ser contundente. No podemos abandonar jamás la posibilidad de que estos grupos se movilicen y se acojan a la ley, pero tampoco podemos permitir que sigan engañando a la nación”, afirmó.
El ministro identificó cuatro grandes males como las principales causas de la inseguridad en el país:
- Narcotráfico: “Envenena a nuestra juventud y financia a los violentos”.
- Minería ilegal: “Destruye nuestros recursos naturales y enferma a nuestras comunidades”.
- Contrabando: “Debilita la economía formal y genera desempleo”.
- Corrupción: “Ese cáncer silencioso que se expande en diferentes sectores, incluso dentro de la población y las mismas instituciones encargadas de combatirla”.
El ministro reconoció que estas problemáticas no pueden combatirse solo con acciones militares y policiales, sino con el esfuerzo conjunto de todas las ramas del poder y de la sociedad en su conjunto.
“O nos unimos como nación o fracasamos como Estado”
Sánchez hizo un llamado urgente a la unidad nacional en la lucha contra el crimen y la inseguridad: “El mensaje es claro: o nos unimos como nación o fracasamos como Estado. Para combatir el crimen es fundamental fortalecer nuestras capacidades. Una de ellas es la inteligencia y la contrainteligencia, porque el enemigo se camufla entre la población y usa tácticas de los carteles del narcotráfico”, señaló.
El ministro insistió en la necesidad de contar con una inteligencia dominante, ya que esto permite “reducir riesgos, emplear menos recursos y golpear la amenaza con mayor precisión”. Asimismo, advirtió sobre la importancia de la contrainteligencia para evitar infiltraciones en las instituciones y combatir la corrupción.