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Creado a iniciativa del politólogo Thomas Guénolé y compuesto por un jurado especializado en verificación de datos, el galardón busca incitar a la clase política gala a mentir menos, sensibilizar al periodismo político sobre la importancia de comprobar los hechos y animar a la gente a asegurarse de la veracidad de lo dicho (Lea también: Los “rockstars” de la política: el espectáculo de las elecciones en EEUU).
Los expertos destacaron las exageraciones de Le Pen sobre la amplitud del flujo de refugiados que llegan a la Unión Europea (UE), que el pasado martes ella cifró en 4.500 diarios, cuando rondan los 330.
La presidenta del FN acabó con esa distinción también por su baile de cifras sobre el sexo de esos inmigrantes: a principios del pasado septiembre señaló que el 99 % eran hombres, porcentaje que rebajó a finales de ese mes al 75 %, y que según ACNUR es del 69 %.
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A Le Pen se le reprocha, entre otras, haber afirmado que el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, sostuvo en una radio que preconizar la yihad (Guerra Santa) no es un delito, algo que este nunca dijo.
Le Pen sucede al expresidente Nicolas Sarkozy, recompensado el año pasado por los supuestos engaños lanzados durante la campaña que le aupó en 2014 al frente de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP), actual Los Republicanos. EFE
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