Los migrantes vieron a su madre patria convertida en madrastra: Felipe González

El expresidente español Felipe González, una de las figuras políticas más importantes de las últimas décadas en Iberoamérica, realizó este viernes en Barranquilla el lanzamiento de la edición número 23 de cátedra Europa en la Universidad del Norte.En medio de su discurso, González afirmó que la democracia está en peligro y se mostró preocupado por aquellos países que alguna vez consiguieron superar sus periodos dictatoriales y ahora, dice, están en una regresión de la democracia.Lea también: Disparan contra una manifestación liderada por Juan Guaidó en Venezuela “La tiranía es todavía más inquietante que la dictadura porque actúa arbitrariamente. No se somete ni a las propias reglas que tienen las dictaduras y crea una enorme incertidumbre (...) uno no sabe cuándo le van a sembrar pruebas o se las van a inventar", aseguró.En ese sentido, manifestó: “lamento decir que el que fuera mi amigo, Daniel Ortega, hoy es (Anastasio) Somoza para los nicaragüenses”.El caso de Venezuela también lo consideró como algo "sorprendente" por los millones de venezolanos que se han visto obligados a abandonar su país porque "vieron su madre patria convertida en madrastra".Lea también: Trump dice que renuncia de Morales envía "fuerte señal" a Venezuela y Nicaragua“Nunca, nunca he conocido en el mundo un proceso de destrucción más completo de las instituciones, de las libertades, del aparato productivo, la economía, la salud y la alimentación, en un período tan corto, como el que se ha producido en Venezuela”, expresó.Y, en esa misma vía, comparó: “Nunca pude imaginar que en Caracas iba a ver más muertes violentas al año que en Damasco en plena guerra siria”.“La excusa es el imperialismo americano, pero ni a (Donald) Trump, incluso si tuviera la peor de las intenciones (y desde luego que él no es pájaro de mi devoción), le ha dado tiempo de destruir tanto como a (Nicolás) Maduro”, sentenció.En medio de sus declaraciones, Felipe González también dejo claro que “la democracia no garantiza el buen gobierno, pero sí garantiza que podamos echar al gobierno que no nos guste”.