La historia de Mario la dio a conocer Julián Rodríguez, su padre, quien tras ser testigo del calvario que atravesó su hijo de 21 años durante 6 meses, hasta julio de 2014, encabeza una cruzada para desenmascarar y poner ante los tribunales de justicia a todos aquellos que juegan con la salud y la ignorancia de enfermos terminales.
En diálogo con Blu Radio, Rodríguez contó que “es muy importante aclarar términos como ‘ciencia’, ‘salud’, ‘medicina’ o ‘tratamiento’. Yo me enteré de estas cosas a raíz de lo que pasó con mi chico”.
Luego de que en 2013 médicos profesionales le diagnosticaran leucemia a Mario “había una parte de la familia amigas de las llamadas pseudoterapias, al final el chico hizo caso al médico y se metió a la quimioterapia. Ya sabemos todos que la quimioterapia te deja sin defensas, etc., pero salimos con una propuesta del hospital de posteriores quimioterapias, cuando se encontrara el donante de médula adecuado, y realizar ese trasplante”.
Cuenta Julián que en la revista Discovery Salud “sale un señor, entre otros, que se llama José Ramón Llorente, quien a base de vitaminas, a base de pseudoterapia ortomolecular. Mi exmujer era amante de esas pseudomedicinas, y como mi chico tenía mucho miedo a la quimioterapia, una serie de factores de un enfermo de cáncer unidos a una controversia familiar, al final el chico dejó el tratamiento hospitalario y se acogió a esa pseudoterapia, que entonces creíamos que era médico naturista y tampoco es médico, ni naturista ni no naturista”.
“El día 3 de julio de 2013, cuando mi hijo me dice ‘papá, me he equivocado’, yo le dije ‘no hijo mío, no te has equivocado, te han mareado la cabeza’”, añadió mientras explica el peligro de creer en falsos tratamientos sin aval científico que al final se pueden aprovechar de la desesperación e ignorancia de un enfermo terminal.