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Las Fuerzas Militares de Colombia han asestado un duro golpe a las estructuras criminales que operan en el país. En los primeros tres meses del año, más de 3.500 delincuentes han sido afectados por las acciones de seguridad en regiones clave como Norte de Santander, Arauca, Sur de Bolívar, Antioquia, la costa Pacífica y el suroriente del país.
Las operaciones han resultado en 3.249 capturas, la presentación voluntaria de 43 personas, el sometimiento de 300 criminales a la justicia y el rescate de 134 menores de edad que se encontraban en poder de estos grupos. Además, 68 integrantes fueron neutralizados en enfrentamientos con las fuerzas del Estado.
El despliegue militar permitió la incautación de una gran cantidad de armamento, debilitando significativamente la capacidad ofensiva de estos grupos. Entre los materiales confiscados se encuentran 1.222 armas de fuego, 173.743 municiones y más de 2.800 artefactos explosivos. Todo el material fue entregado a la Fiscalía General de la Nación para su respectiva disposición.
En la lucha contra el narcotráfico, las Fuerzas Militares lograron desmantelar 786 infraestructuras dedicadas a la producción de drogas y confiscaron más de 135 toneladas de clorhidrato de cocaína, 47 toneladas de marihuana y 8,2 toneladas de pasta base de coca. También se incautaron 155.000 galones de insumos líquidos y 205 toneladas de insumos sólidos utilizados para la fabricación de estupefacientes.
Las operaciones no solo se enfocaron en el narcotráfico, sino también en la explotación ilícita de minerales, una de las fuentes de financiación de los grupos armados. Como resultado, 261 personas fueron capturadas y se incautaron 33,7 toneladas de COLTAN y cerca de 700 unidades de maquinaria amarilla ilegal.
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