Exjefes de Farc dicen que no hay pruebas de que cometieron actos de esclavitud con secuestrados

BLU Radio reveló en primicia los argumentos de los antiguos cabecillas de las Farc para pedirle a la JEP que se revoque la orden para que reconozcan el delito de esclavitud cometido contra los secuestrados, dentro del macrocaso de toma de rehenes y otros crímenes de guerra y de lesa humanidad.En un documento de 16 páginas, Rodrigo Londoño, Julián Gallo, Pablo Catatumbo, Jaime Alberto Parra alias ‘Mauricio’ o ‘El Médico’, alias ‘Joaquín Gómez’, Pastor Alape y Rodrigo Granda, explicaron por qué consideran que el nuevo documento de la JEP, impulsado por la Procuraduría, en el que introducen un nuevo delito en su contra, “viola el derecho fundamental al debido proceso”.Aunque entablaron los recursos de reposición y en subsidio de apelación, los exintegrantes del secretariado de las Farc reiteraron ante la JEP. “El compromiso con el sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición”.Además, se justifican señalando que han ido más allá de lo jurídico con el aporte de verdad, reconociendo responsabilidades y procurando el resarcimiento de sus víctimas.Los antiguos jefes de las Farc revelan un detalle muy importante en el documento que radicaron ante la JEP: desde hace varias semanas están adelantando talleres de preparación psicosocial para la audiencia de reconocimiento, con las víctimas de sus actos violentos.Desmenuzando el armazón jurídico de su solicitud de reposición ante la JEP, los antiguos jefes de las Farc y sus abogados recordaron que de acuerdo con las normas legales, la JEP busca el reconocimiento de hechos y conductas y no de tipos penales como lo solicita el reciente auto, que pide que itan ser “responsables por mando del crimen de lesa humanidad de esclavitud”.Pero van más allá porque dicen que los hechos que se les endilgan relacionados con esclavitud, “ya fueron plenamente reconocidos por los comparecientes individualizados”.Concluyen diciendo que según ellos, “no existe una individualización de la respectiva conducta de esclavitud” porque, según dicen, no expone criterios de tiempo, modo y lugar que permitan entender por qué los comparecientes son responsables de las conductas.