Cerro Matoso entra en modo supervivencia y corta 35 millones de dólares en gasto e inversiones

El 2023 no fue un año fácil para Cerro Matoso. Al impacto de la reforma tributaria se sumó un desplome de los precios internacionales del níquel y para completar el dólar cayó y las exportaciones generaron menos pesos colombianos para los gastos.Ricardo Gaviria, presidente de Cerro Matoso, se encontró en una situación en la que su compañía tenía caja negativa. Es decir, le estaba entrando menos dinero del que tenía que sacar para pagar los compromisos. Ahí surgió la necesidad de apretar el cinturón y tomar medidas.Esas medidas buscan una reducción de 35 millones de dólares en gastos e inversiones de la compañía para este año.“Son más o menos la mitad en inversión y la mitad en costos de operación. Alrededor de unos 17 o 18 millones de dólares de inversión que no vamos a hacer, y los otros 17 y 18 millones de dólares son en costos de operación que hemos ido bajando”, explicó Gaviria.La compañía, que entró en modo supervivencia, está negociando contratos con proveedores buscando economías, pero también está limitando las inversiones al mínimo necesario para mantener los equipos en operación en medio de un panorama que no solo ha sido complejo en lo económico sino también en lo político.“Inversiones para proyectos nuevos no es fácil porque la inseguridad y la inestabilidad jurídica que tenemos, no permiten tomar estas decisiones con tranquilidad. Para los inversionistas nuestros, que son inversionistas extranjeros, ellos hoy pueden invertir dineros similares en otras jurisdicciones que les generan mucha más tranquilidad”, agregó.Por inseguridad jurídica, Gaviria se refiere, por un lado, a que el artículo que impedía la deducibilidad de las regalías se cayó en el Consejo de Estado, pero la decisión aún no está en firme. Por otro lado, dice que está preocupado con el nuevo decreto del Ministerio de Ambiente, según el cual el Gobierno podría reservar nuevas áreas para evitar desarrollos mineros, incluso si ya se firmaron los contratos.Sin embargo, la compañía cree que puede trabajar con el Gobierno actual porque el ferroníquel es un material clave en la transición energética.La supervivencia de la compañía, dice Gaviria, es hoy un asunto de responsabilidad social con la comunidad de Córdoba, donde hay unos 2.000 empleados directos de la compañía y unas 50.000 personas dependen de la actividad de Cerro Matoso.En el año pasado 2023, Cerro Matoso entregó entre regalías e impuestos a la nación más de un billón de pesos.