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El republicano Donald Trump dio este domingo un multitudinario mitin en el emblemático Madison Square Garden de Nueva York, en el que atacó sin piedad a su rival Kamala Harris, pero los demócratas trataron de sacar provecho de los crudos insultos de sus aliados contra los latinos, en particular los puertorriqueños.
Tanto el expresidente como varios oradores que le precedieron en el Madison Square Garden, con capacidad para 20.000 personas, atacaron a la demócrata Harris, Puerto Rico y los inmigrantes latinos, en la recta final de una de las contiendas por la Casa Blanca más reñidas de la historia de Estados Unidos.
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"Estados Unidos es para los estadounidenses y sólo para los estadounidenses", dijo uno de los asesores más ultraderechistas de Trump, Stephen Miller, ante un mar de simpatizantes enfundados en sus gorras rojas de "Make America Great Again" (MAGA), en español "Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo".
A lo largo de una tarde interminable de discursos en este bastión demócrata, el cómico Tony Hinchcliffe apuntó a Puerto Rico, estado asociado de Estados Unidos, y a las tasas de natalidad entre los latinos.
"Hay literalmente una isla flotante de basura en medio del océano ahora mismo. Creo que se llama Puerto Rico", dijo tras preguntar a la audiencia si había muchos latinos, que respondieron masivamente.
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Entonces dijo "los queremos" y con las manos hacía el gesto de afuera.
Con su retórica cada vez más incendiaria antinmigrante, Trump prometió expulsar a la "salvaje" banda venezolana Tren de Aragua y la mara salvadoreña MS-13 y prometió expulsar a inmigrantes indocumentados y establecer "pena de muerte" para aquellos que cometan asesinatos de estadounidenses, en medio de fuertes aplausos.
"Estados Unidos es ahora un país ocupado, pero pronto dejará de serlo", prometió.
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Harris aprovechó los ataques para ganarse a la comunidad puertorriqueña en los estados bisagra donde se espera que se decidan las elecciones.
"Los puertorriqueños merecen un presidente que vea e invierta en su fuerza", dijo la vicepresidenta en un video publicado en las redes sociales junto a los comentarios de Hinchcliffe.
El senador demócrata por Pensilvania John Fetterman señaló que en el estado viven casi medio millón de puertorriqueños y que casi tres cuartas partes pueden votar.
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Dijo en una publicación en X que son "cruciales" y que "no son el remate de una broma desesperada".
Ricky Martin, la superestrella puertorriqueña con 18,6 millones de seguidores en Instagram, compartió rápidamente un video del llamado de Harris a los votantes puertorriqueños, junto con un clip de los comentarios despectivos de Hinchcliffe.
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"Esto es lo que piensan de nosotros", escribió Martin en español. "Vota por @kamalaharris".
El mitin de Trump en "el estadio más famoso del mundo" incluyó una aparición sorpresa de su esposa Melania, que se fundió en un abrazo con su marido con el que compartió sonriente, y de partidarios como el multimillonario Elon Musk, que se ha lanzado personalmente a la campaña del expresidente.
Pero el lugar ha pasado a la historia por acoger un mitin de seguidores nazis de Hitler en 1939, con águilas, insignias nazis y saludos. En los últimos días, un excolaborador del millonario republicano le ha tildado de fascista.
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"Este es un lugar emblemático para un hombre emblemático y punto", dijo a la AFP Christine Randall, seguidora de Trump, restando importancia a la conexión nazi.
"Has destruido nuestro país. No vamos a soportarlo más, Kamala, estás despedida. Fuera de aquí", dijo Trump a la enfervorizada multitud.
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Harris, de 60 años, tuvo un intenso día de campaña en la ciudad más grande de Pensilvania, estado donde está obligada a ganar para llegar a la Casa Blanca el 5 de noviembre, incluyendo paradas en una iglesia y una barbería negras, así como en un restaurante puertorriqueño.
"No podemos levantarnos el día después de las elecciones y arrepentirnos", dijo Harris en un mitin en Filadelfia y pidió que la gente salga a votar
La visita del domingo fue el decimocuarto viaje de la vicepresidenta a Pensilvania desde que se convirtió en candidata tras la sorprendente retirada del presidente Joe Biden en julio.
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"Esta es la mejor y más cercana oportunidad que tenemos de tener a una mujer negra en el cargo", dijo a la AFP Myrda Scott, de Filadelfia, en uno de los mítines de Harris en la ciudad.
El martes, Harris celebrará un gran mitin en Washington, cerca de la Casa Blanca, en el parque donde Trump encendió a sus partidarios antes de que asaltaran el Capitolio estadounidense para intentar anular el resultado de las elecciones de 2020.
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Cuando falta poco más de una semana para la elección, Harris acudió a la barbería Philly Cuts, en el barrio de Filadelfia occidental, de mayoría negra, para reunirse con los residentes, antes de entrar en la librería y tienda de regalos de temática afroestadounidense Hakim's Bookstore & Gift Shop.
Ha sido un ritmo frenético en los últimos días de una amarga carrera presidencial que ha visto a ambos candidatos utilizar un lenguaje de confrontación, con Trump en particular desplegando insultos soeces contra Harris.
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