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El papa Francisco regresó hoy a la ventana del Palacio Apostólico para llevar a cabo la oración del Ángelus, después de enfrentar recientes problemas respiratorios. En esta oportunidad, aprovechó la ocasión para hacer un llamado a la paz en Ucrania, Oriente Medio y en todo el mundo.
Ante cientos de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el pontífice argentino saludó diciendo: "Queridos hermanos y hermanas, buenos días y buena fiesta", a pesar de notarse aún con la voz algo fatigada.
Durante las últimas semanas, una "inflamación pulmonar" había obligado al papa a presidir el Ángelus desde su residencia vaticana, la Casa Santa Marta, y a encomendar la lectura de sus discursos a un colaborador.
Sin embargo, ayer jueves pudo pronunciar sin ayuda los discursos previstos en diferentes audiencias, marcando así un retorno a la normalidad tras la bronquitis que experimentó.
Con casi 87 años y próximo a cumplirlos el 17 de diciembre, el papa Francisco emprenderá su primera salida del Vaticano desde su enfermedad para dirigirse a la Plaza de España en Roma y rendir tributo a la imagen de la Inmaculada Concepción.
Antes de esto, visitará la cercana basílica de Santa María La Mayor para otorgar a la imagen "Salus Populi Romani" la "Rosa de Oro", un reconocimiento papal con raíces en el Medievo.
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Al asomarse a la ventana del Palacio Apostólico, el papa fue recibido con aplausos de los fieles. Durante su discurso, instó a todos, especialmente a los fieles de Roma, a rezar a la Virgen de la Inmaculada y unirse espiritualmente a él en su visita a su monumento romano más tarde en el día. Asimismo, hizo un llamado especial a la oración por la paz, mencionando específicamente a Ucrania, Palestina, Israel y todas las regiones afectadas por conflictos.
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