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Más de 220 excarcelados y expulsados, considerados “presos políticos” por haber sido capturados en el marco de la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaraguadesde 2018, llevaban en prisión entre 4 años y 3 meses. Max Jerez, uno de los jóvenes nicaragüenses desterrados de su patria, habló en Sala de Prensa Blu sobre la difícil situación del país centroamericano en manos de Daniel Ortega.
“Para poner un poco en contexto, hemos sido víctima de una estrategia del régimen de Daniel Ortega, con el fin de erradicar la oposición política. No le ha quedado más remedio, ante la incapacidad de la dictadura y eliminar por vías políticas o cívicas, ha tenido que recurrir a la violencia, al encarcelamiento o a la injusticia para lograrlo…Más de 200 personas fuimos sometidas a procesos de detención ilegal, que en mi caso se prolongó por meses. Yo fui detenido, juzgado y condenado en un proceso de 19 meses, y otros compañeros y hermanos de lucha han sido detenidos por razones políticas, por su derecho de expresión”, señaló.
Jerez se refirió a los momentos de su captura, las razones y los difíciles momentos que vivió en la cárcel al ser totalmente aislado.
“Fui detenido el 5 de julio de 2021, en horas de la noche, por efectivos policiales al servicio de la dictadura de Daniel Ortega. Durante tres meses fui interrogado e investigado, con el fin de causar molestia. Estuve en condiciones de aislamiento e incomunicado de manera parcial o total, sin saber qué pasaba con nuestras familias…No se podía tener a la comunicación entre detenidos, lecturas o biblias. Todas esas cosas estaban vetadas”, indicó.
El joven nicaragüense habló de las presuntas acciones por parte del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y de una posible mediación para la liberación de los llamados ‘presos políticos’. Además indicó que se siente optimista frente a un cambio en su país.
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“No tengo conocimiento sobre alguna gestión del presidente colombiano. En algún momento previo se conocieron de rumores, a favor de la liberación. Pero no afirmaría o no conozco si hubo alguna mediación…Después de este destierro a los 220 presos políticos, pareciera ser que Daniel Ortega sigue enfocado en consolidar y cerrar aún más los espacios democráticos y perpetuar el modelo de hostigamiento y persecución. Pero soy optimista y sigo atento a que haya un proceso genuino de diálogo que pueda llevar al entendimiento y una solución a los problemas políticos de Nicaragua”, indicó.
Finalmente, señaló que la amplia solidaridad por los presos políticos de Nicaragua y la presión de la comunidad internacional y de organismos de derechos humanos hizo presión para que la “dictadura cediera” y los liberaran.
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