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El líder opositor venezolano, Julio Borges, se refirió a la actual coyuntura política en Venezuela, destacando la importancia de combinar esfuerzos internos y externos para lograr una transición democrática. Desde su exilio, Borges, en entrevista en El Radar, con Ricardo Ospina, abordó los desafíos que enfrenta la oposición y el rol de actores internacionales en este proceso.
Borges señaló que el mensaje reciente de la líder opositora María Corina Machado reafirma la estrategia de la oposición para combatir la dictadura de Nicolás Maduro. "Es un camino difícil, pero muy claro. La presión interna e internacional es fundamental para lograr fracturar el bloque de poder y permitir una transición hacia la democracia en Venezuela", afirmó.
El exdiputado destacó que el fraude en las elecciones del 28 de julio de 2021 marcó un punto de inflexión en la lucha opositora. Según Borges, este evento "no quedará en el olvido, sino que será como una estaca clavada en el pecho de Maduro". Para la oposición, la estrategia se centra en mantener la movilización interna y consolidar alianzas internacionales.
El papel de la comunidad internacional sigue siendo crucial. Borges subrayó las sanciones impuestas por Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea como una forma de debilitar al régimen. Asimismo, destacó los esfuerzos de Colombia, país que alberga a más de 2,8 millones de migrantes venezolanos registrados, según cifras oficiales.
Sin embargo, Borges fue crítico con la postura del presidente Gustavo Petro hacia el régimen de Maduro. "El problema venezolano no es ideológico; es un tema de derechos humanos y democracia", expresó. También señaló que los vínculos entre grupos irregulares colombianos y el régimen complican la posición de Petro. "Maduro ha secuestrado a Venezuela, y temo que también tenga secuestrado al presidente Petro con intereses oscuros relacionados con el crimen organizado y la frontera", afirmó.
Cuando se le preguntó cómo podría darse un cambio en Venezuela, Borges fue contundente: "Maduro ha rechazado todas las vías de negociación ofrecidas. La transición probablemente vendrá de una fractura en su bloque de poder".
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Borges explicó que el régimen depende de una cúpula militar corrupta que, eventualmente, podría colapsar. También señaló la importancia de factores internacionales, como las tensiones globales con Rusia e Irán, que podrían aumentar la presión sobre el régimen. "La salida será una implosión del bloque chavista-madurista, acompañada de un debilitamiento en su coalición interna", aseguró.
Borges insistió en que los líderes opositores en el exilio, como él, tienen la tarea de construir apoyo internacional para una solución política en Venezuela. "Estamos trabajando en una especie de orquesta donde cada quien cumple un rol: presión internacional, movilización interna y tejido organizativo en medio de la represión", explicó.
El líder opositor cerró la entrevista con un mensaje esperanzador: "El pueblo venezolano no está solo. La presión sigue acumulándose, y estamos más cerca que nunca de un cambio definitivo".
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