El juego de terror Poppy Playtime lanzado en 2021 se tomó diferentes plataformas en línea, brindando una experiencia en una fábrica de juguetes donde el espectador tiene que resolver acertijos. En ese camino, el jugador tiene una herramienta, el Grab Pack, que le permite tener mayor interacción, como agarrar cosas.
Como parte de la historia del videojuego, hay varios personajes a lo largo del recorrido, pero uno se está llevando la atención, Huggy Wuggy. Se trata de un muñeco de peluche con una transformación siniestra que modifica su cuerpo para lucir una macabra y afilada sonrisa.
La preocupación de los padres de familia en diferentes países relacionada con Poppy Playtime, en especial con Huggy Wuggy, es que muchos han visto comportamientos de ansiedad en sus hijos, en edades entre los 4 o 6 años que han consumido este contenido.
Pero lo que ha generado mayores alertas son algunos titulares de historias de niños que estarían replicado la violencia del juego. El más reciente hecho involucra a un niño de seis años que con su muñeco de Huggy Wuggy intentó estrangular a una niña de dos años que estaba de vacaciones con su familia en Italia.
Catalina Botero, psicóloga clínica, coordinadora del equipo de psicólogos de 'Porque Quiero Estar Bien', iniciativa de la Fundación Santo Domingo, explica que la observación e imitación son procesos naturales en los niños. Añade que exponerlos a contenidos violentos o de otro estilo puede llevarlos a replicar comportamientos peligrosos.
“(…) si el niño está expuesto a material y contenido violento empieza a aprender y a imitar lo que está viendo, en ese sentido se explica un poco por qué en algunos países como Reino Unido se han presentado casos en los que los niños al imitar al personaje que básicamente su forma de atacar es abrazando a otras personas hasta ahogarlas pues buscan hacer lo mismo con sus compañeros…”
La especialista agregó que, en el aspecto psicológico y emocional, los contenidos violentos pueden enrarecer las dinámicas cotidianas de los menores de edad, generándoles estrés y temores.
“(…) estar expuesto a situaciones violentas ya sea en la vida real o a estos contenidos digitales, puede producir efectos sobre su salud emocional, ver algo en apariencia es tan dulce y cariñoso como un osito que se convierte en este monstruo feo que ataca a la gente puede hacer que el niño empiece a asumir que otras cosas en su entorno, sus mismos juguetes pueden hacerle daño, sobre todo cuando hablamos de niños pequeños que aun piensan de manera muy concreta”.
Sobre qué deberían hacer los padres ante estas situaciones en las que los contenidos virales puedan representar riesgos para sus hijos, la psicóloga Botero enfatizó en la necesidad de estar atentos a los temas del momento y que puedan invadir el día a día de los pequeños.
Además, un punto fundamental que resalta la especialista es abordar las tendencias, gustos y temáticas actuales con los niños a través de la comunicación en casa, en espacios seguros que les permitan como familia identificar riesgos y prevenir situaciones que afecten la tranquilidad.
En Colombia, el Ministerio de Educación hace un llamado a los padres de familia y a las instituciones educativas para que hagan uso del protocolo de ‘Ciberacoso y riesgos en entornos digitales’, donde se encuentran acciones de prevención.
Esto con el fin de afianzar el acompañamiento de las familias para el uso adecuado de entornos digitales por parte de los niños, niñas y jóvenes.
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