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El testimonio de un oficial de policía que identificó a los 51 hombres involucrados en la violación de una mujer drogada por su esposo, quien la ofrecía en internet, ha causado conmoción.
Este caso, marcado por la brutalidad y el número de agresores, reveló los oscuros detalles de una de las escenas más perturbadoras que las autoridades han enfrentado en mucho tiempo.
El comisario Jérémie Bosse Platière, quien participó en el caso, compartió el horror que experimentó al descubrir el alcance de la violencia ejercida contra la víctima.
Platière explicó que tomó la decisión de formar un equipo reducido de solo cuatro investigadores. Según detalló, seleccionó cuidadosamente a personas con la fortaleza emocional necesaria para enfrentarse al material gráfico que debían analizar, enfatizando que el proceso fue largo y extenuante.
“Una lista fue elaborada para cada individuo, según el número del expediente”, precisó el comisario. El objetivo era entonces identificar a “Chris el bombero”, “Quentin”, “Gaston” o “David”.
Las violaciones, que se llevaron a cabo principalmente en su hogar en el pueblo de Mazan, Francia, entre 2011 y 2020, involucraron a al menos 72 hombres, de los cuales 51 están siendo juzgados actualmente.
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El caso se centró en una minuciosa revisión de miles de fotos y videos tomados por el esposo de la víctima. Estos archivos estaban organizados con meticulosidad: el esposo de la víctima creó expedientes para cada uno de los agresores, detallando sus nombres, edades y números de teléfono.
Según contó el policía, el esposo no solo documentaba las agresiones, sino que aba a los agresores a través de sitios de citas en línea como Coco.fr, que posteriormente fue cerrado por las autoridades sas. Las conversaciones que organizaban estos encuentros comenzaron en línea y luego pasaron a plataformas como Skype y por teléfono.
Fue gracias a los registros de llamadas y direcciones IP, las autoridades lograron identificar a los participantes, utilizando incluso reconocimiento facial para confirmar las identidades de varios de los agresores.
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“Tras la extracción de la foto, se obtiene una tasa de parecido. Y eso nos facilitó identificar a una tercera parte de los autores”, relató Platière.
Durante el juicio, varios de los acusados afirmaron que creían estar participando en fantasías sexuales consensuadas entre una pareja libertina. Sin embargo, el testimonio del comisario fue contundente: en las imágenes revisadas, la víctima aparece constantemente inconsciente y no muestra ningún tipo de consentimiento.
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