
El consumo de carne de animales clonados es una realidad desde 2008
Empresas privadas norteamericanas tomaron la iniciativa de clonar animales de alto valor genético: vacas que dan mucha leche pero también ovejas y porcinos de alto potencial.

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La Food and Drug istration (FDA) estadounidense autorizó en 2008 la comercialización de productos procedentes de animales clonados y de su progenie, al estimar que los mismos eran "tan seguros como los de los animales convencionales", según la AFP.
A pesar de tener un índice de éxitos relativamente bajo -entre 15 y 30% según Peyraud-, la clonación continuó su camino en Estados Unidos. La empresa tejana ViaGen se enorgullece en su sitio web de haber desarrollado "miles de animales clonados con buena salud y activos" en su casa madre Trans Ova Genetics.
Argentina, Brasil, Canadá y Australia también practican la clonación de animales de cría.
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China causó sensación a fines de 2015 con el anuncio de la construcción de una planta de clonación de distintos animales. La sociedad Boyalife promete 100.000 embriones de vacas el primer año y a mediano plazo de un millón por año.
Ante una opinión pública mayoritariamente hostil a la clonación, la Unión Europea no deja producir clones para la cría de ganado. Desde 1997, impone una autorización de comercialización a la venta de productos clonados. Hasta el presente, nadie ha presentado una solicitud.
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Un informe de expertos remitido en noviembre a la Comisión Europea ite una "posibilidad" de que alimentos resultantes de animales clonados terminen en el plato del consumidor europeo, a causa de las importaciones de carne y leche procedentes de países terceros, pero también de la importación de animales en pie y de material genético utilizado para la reproducción animal en la Unión Europea.
"Los europeos comen tal vez sin saberlo carne resultante de descendientes de clones, a falta de trazabilidad y de etiqueta", declaró a la AFP Pauline Constant, portavoz de una federación de consumidores europeos.
"No es aceptable", estima la federación, que reclama a los Estados de la UE ejercer más presión sobre la Comisión Europea para avanzar en este tema.
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La agencia europea de seguridad alimentaria (EFSA) dice no tener inquietudes acerca de la salud humana. Pero señala "los problemas de salud animal y de bienestar de los animales" asociados a la clonación.
"La mortalidad embrionaria es elevada, el alumbramiento puede complicarse, algunos animales nacen demasiado gordos o con patologías pesadas", advierte Peyraud. Hubo casos de ovejas con dos cabezas o tres patas.
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En septiembre pasado, el Parlamento Europeo determinó por amplia mayoría que no solo se prohíba para animales de cría clonados en la UE, sino también sus descendientes y los productos resultantes. Una posición más estricta que la preconizada por la Comisión, deseosa de contemplar las exigencias de Estados Unidos y otros países.
Los consumidores europeos reclaman medidas de etiquetado "que les permitan saber lo que tienen en el plato" y sugieren comenzar a hacerlo con la carne bovina.