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En el diario conducir existen una serie de prácticas que pueden acabar desgastando de manera silenciosa y costosa diferentes piezas esenciales de los vehículos, ya sea por desconocimiento o poco cuidado a la hora de manejar su carro.
En ese sentido, una de esas malas prácticas es la de acelerar bruscamente al encender el carro, algo común en muchos conductores, pero es importante destacar que esta acción no solo es innecesaria, sino que también puede tener efectos perjudiciales para el vehículo.
Para aquellos que desconozcan el porqué, estas son tres razones para entender por qué acelerar al encender el carro no es recomendable y los riesgos que implica hacer esto para el vehículo.
Riesgos de acelerar al encender el carro
Al acelerar el motor inmediatamente después de encenderlo, se somete a una carga repentina y considerable. Esto puede provocar un desgaste prematuro de los componentes internos del motor, como los pistones, los anillos del pistón y los cojinetes. Además, el sistema de lubricación puede no estar funcionando eficientemente en los primeros segundos de encendido, lo que aumenta el riesgo de daño en el motor.
Acelerar bruscamente al encender el carro también ejerce presión sobre la transmisión y los componentes relacionados, como el embrague o la caja de cambios. Estos elementos están diseñados para funcionar de manera gradual y progresiva, y una aceleración agresiva puede generar tensiones excesivas en ellos, lo que puede provocar desgaste prematuro o incluso averías.
La aceleración brusca al encender el carro incrementa significativamentela demanda de combustible en un corto período de tiempo. Esto conlleva a un mayor consumo de gasolina y, en consecuencia, a un gasto económico innecesario. Además, al aumentar la velocidad rápidamente desde el inicio, se desperdicia combustible y se reduce la eficiencia general del vehículo.
Por otro lado, hay ciertas recomendaciones a seguir para un encendido adecuado del vehículo, como esperar unos segundos antes de acelerar, ya que esto permitirá que el sistema de lubricación se active correctamente y proporcione una adecuada protección a los componentes internos del motor.
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De igual manera, realizar una aceleración suave y gradual para reducir el estrés en el motor, la transmisión y otros componentes, y permite un calentamiento adecuado del vehículo.
En conclusión, acelerar al encender el carro es una mala práctica que conlleva riesgos innecesarios para el vehículo. El desgaste prematuro del motor y los componentes internos, el estrés en el sistema de transmisión y el consumo excesivo de combustible son algunas de las consecuencias de esta acción.
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