
El doloroso final de la actriz Celmira Luzardo: así la recordamos
El cáncer no la venció sin lucha: el doloroso final de Celmira Luzardo, la actriz que desafió a la muerte hasta el último suspiro.

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En una edición de Expediente Final programa de Caracol Televisión, recordó la vida y legado de la talentosa actriz Celmira Luzardo, una de las figuras más queridas y respetadas de la pantalla nacional. Con una carrera llena de personajes inolvidables como Catalina Ángel en Yo soy Betty, la fea, la Potra Zaina y participaciones en Francisco el Matemático y Los Cuervos, Celmira dejó una huella imborrable en el corazón de los colombianos.
Una actriz única, una vida intensa
Nacida en una familia de artistas, Celmira Luzardo se formó en las mejores escuelas de arte de Inglaterra, Francia e Italia. "Era una mujer culta, con una inteligencia deslumbrante y una naturalidad en escena que la hacía irrepetible", comentó su amiga íntima, la también actriz María Cecilia Botero.
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Su carrera inició en 1971 con la telenovela Volverás a mis brazos, pero fue su versatilidad lo que la destacó. "No había un papel que interpretara igual. A ella jamás se le notaba que estaba actuando", recordó el director Gustavo Nieto Roa.
El amor y la tragedia: Juan Escobar
El gran amor de su vida fue Juan Escobar, sobrino del expresidente Alfonso López Michelsen. Su romance fue de película: "Juan la vio bailar en una fiesta y dijo: ‘A esa mujer me la voy a llevar’. Y así fue", relató un amigo cercano. Sin embargo, la felicidad se truncó cuando Juan fue asesinado frente a ella por un celador. "Esa pérdida la marcó para siempre. Nunca logró superarlo del todo", confesó Natalia Ramírez, su sobrina.
La lucha contra el cáncer y su último adiós
En sus últimos años, Celmira enfrentó un agresivo cáncer de estómago. "Ella luchó con todas sus fuerzas. Decía: ‘No me hago más quimioterapia’, pero al final lo intentaba todo", reveló su médico. Aunque inicialmente mantuvo esperanza, la enfermedad avanzó. "Un día nos reunió y nos dijo: ‘He tenido una vida maravillosa, pero ya no quiero sufrir’", recordó Fernando Gaitán, quien la acompañó en sus últimos días.
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Falleció a los 60 años, rodeada de su hija Laura Canevari y su hermana Consuelo Luzardo. "Murió en casa, como quiso. Dijo: ‘Sobre mi cadáver me llevan a una clínica’", contó su familia.
Legado y eterno recuerdo
Celmira no solo fue una actriz excepcional, sino una madre dedicada, una apasionada del ajedrez y una defensora de Providencia, isla que amaba profundamente. Su hija Laura, hoy una destacada oceanógrafa en Londres, fue su mayor orgullo.
"Colombia perdió a una gran pensadora, a una mujer llena de vida", lamentó Amparo Grisales. Aunque su partida dejó un vacío, su arte y su esencia perduran. Aquí se cierra el expediente final de Celmira Luzardo, pero su luz nunca se apagará.