
Nutrióloga revela el método definitivo para guardar el queso en la nevera y que dure más
Si suele guardar el queso en la nevera en la misma bolsa en la que viene, puede estar cometiendo un gran error.

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Guardar el queso en la nevera parece una tarea sencilla, pero lo cierto es que muchos lo están haciendo mal. Y no se trata solo de evitar que se dañe, sino de conservar todo su sabor, textura y propiedades durante más tiempo.
Así lo reveló una reconocida nutrióloga que, a través de sus redes sociales, compartió el que sería el método definitivo para conservar este alimento sin que se llene de moho o pierda su frescura.
La recomendación ha sorprendido a más de uno. De acuerdo con la experta, identificada como Bren y certificada en nutrición, el peor error que cometen muchas personas es envolver el queso en plástico o dejarlo en la misma bolsa con la que viene del supermercado. Aunque parezca lo más práctico, este hábito favorece el crecimiento de bacterias y acelera la aparición de hongos.
“La mayoría de los quesos tienen un alto contenido de grasa, y estos alimentos tienden a absorber los químicos del plástico”, explicó. En su lugar, la especialista recomienda un truco casero que ha ganado popularidad en redes: envolver el queso en papel para hornear.
Este tipo de papel, comúnmente usado en la cocina, permite que el queso respire y se mantenga en buenas condiciones por más tiempo. La clave es que esté bien ajustado a la pieza y que luego se guarde en una zona adecuada del refrigerador.
No es la puerta, como muchos creen. Esa zona sufre constantes cambios de temperatura cada vez que se abre y se cierra la nevera. Lo mejor es colocar el queso en las bandejas del medio, donde el ambiente es más estable y fresco, idealmente por debajo de los 10 grados Celsius.
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Además, la duración del queso depende de su tipo. Los quesos frescos deben consumirse en un máximo de tres a cuatro días, ya que tienen más agua y se descomponen rápidamente. En cambio, los quesos curados o maduros, que tienen menos humedad, pueden conservarse por más tiempo.
Otra recomendación útil es sacar el queso del refrigerador entre 15 y 30 minutos antes de consumirlo, para que recupere su textura y sabor. Y si alguna vez se ha preguntado si puede congelarlo, la respuesta es sí, pero con matices. Los quesos blandos, como el camembert, soportan bien la congelación por hasta cuatro meses, mientras que los quesos duros tienden a perder calidad al descongelarse.