Con piñatón, agricultor de Lebrija, Santander, logró vender cosecha que estaba a punto de perder

Fabián Andrés Beltrán, es el joven campesino de Lebrija, Santander, que pensó que las 6.000 piñas que cultivó durante meses tenía que terminar regalándolas porque no encontraba a quien vendérselas.Aunque alcanzó a regalar bastantes, la frustración y la desesperación de trabajar durante dos años en sus cultivos y ver que su esfuerzo se perdía por los bajos precios y los intermediarios, lo llevaron a grabar un video que en cuestión de segundos se volvió viral.“Quiero hacerle la invitación para que vayan y me apoyen con tan sólo 2000 pesitos para comprar una piña, son dos años de trabajo que me esforcé para tener un recurso de ello. Sueño con un mejor futuro para todos los colombianos para ustedes los jóvenes y como yo que soy un joven agricultor”, decía el joven en el video.Y fue ese video el que lo llevó a Bucaramanga, en donde sus piñas se vendieron en minutos.Hasta la calle de los estudiantes en el sector de Real de Minas, llegaron cientos de compradores que se enteraron de la ‘piñatón’ que Fabián Andrés promovió.“Esta es una excelente oportunidad para que él vea que la gente lo está apoyando, que un estudiante como él merece todo el apoyo de los santandereanos, de nosotros, de todos los que estamos en esta lucha”, expresó Aleida Palencia, habitante de Bucaramanga.“Hay que apoyar al campesino porque ellos son la base productiva del país”, manifestó Leonardo Amado, quien compró un par de piñas.Fabian Andrés Beltrán, agricultor y buen estudiante, es todo un ejemplo, estudia becado y aunque ve como algo positivo el anuncio de Duque de brindar educación gratuita a los estudiantes, dice que esto no es suficiente.“El problema hay que solucionarlo de raíz no que por un semestre más sino por una educación gratuita para todos porque si yo estoy preparado y los demás están preparados todos vamos a trabajar por un país mejor, técnica y conscientemente con conocimientos esto va a ser para mejores cosas y oportunidades para todos”, dijo.Asegura que la crisis del campo no fue ocasionada por el paro nacional.“Mucho más antes del paro nosotros los campesinos nos sentimos olvidados, mi cosecha para poder cultivar la piña perolera son dos años de trabajo y desde esos dos años yo soñé vender a buen precio, pero desde que empecé a sembrar no ha sido una ganancia, solo pérdidas”, expresó el joven campesino.