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Casi sin dormir permanece desde hace tres días Ernesto Donado, un habitante del barrio Las Malvinas en el sur de Barranquilla, luego de que el arroyo Santo Domingo se tragara el patio, una habitación y la pared lateral de su vivienda durante los aguaceros del fin de semana.
Ya no duermo en la noche. Tengo que estar pendiente de la pared cuando llueve. Estoy muy preocupado, tengo miedo. Nadie ha llegado a nuestras viviendas, les pido como persona que por favor nos ayuden a evitar una desgracia.
El gerente de la Agencia de Infraestructura de Barranquilla, Alberto Salah, advirtió que, por su condición de inundación natural, "el verdadero problema es que son viviendas construidas en zonas que, por ser de alto riesgo, no deberían estar ocupadas. Las obras que solo se pueden desarrollar cuando cese la temporada invernal".
Pese a estas advertencias, según informaron los ciudadanos y también autoridades locales, otras 20 familias también construyeron sus viviendas a orillas de este arroyo y ahora se encuentra en riesgo de colapso.
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