Renuentes a devolverse a su tierra natal se encuentra una familia de barranquilleros que hace más de un año reside en el norte de Israel y que, muy a pesar de la guerra que ese país enfrenta contra las milicias palestinas del movimiento terrorista Hamás, no contemplan salir de suelo judío por encontrar en él "seguridad, tranquilidad y mejores oportunidades de trabajo".
Es al menos lo que señaló Luis Hernández, de 30 años de edad, quien asegura que aunque se encuentran bajo zozobra por la posible incursión terrorista con misiles aéreos que podría perpetrarse en las próximas horas en suelo israelí; él y su hermano menor, Sebastián Amorocho, se encuentran sorteando el miedo para cumplir los deseos de sus padres de vivir sus últimos años en ese país.
Es precisamente su hermano menor otro de los motivos por los que no desean abandonar la ciudad de Tiberias, pues aunque este actualmente reside en la ciudad de Jerusalén, se está preparando actualmente para viajar este fin de semana a la franja de Gaza y combatir a las milicias palestinas del movimiento terrorista Hamás.
"Me imagino que entre hoy y mañana va a la franja de Gaza porque él era combatiente, de la llamada primera línea se podría decir. Entonces, estamos con angustia, mis papás tienen problemas cardiacos", explicó Sarmiento.
Actualmente, Hernández se dedica a comercializar vehículos de media gama mientras su hermano, quien prestó el servicio militar hace varios meses en el Ejército israelí cuando recién llegó a ese país, fue convocado nuevamente para apoyar la guerra contra Hamás.
En ese sentido, migró el pasado mes de diciembre de 2022 hacia Israel, no solo para buscar nuevas oportunidades, sino también para acompañar a sus padres, Henry Amorocho y Clemencia Rebolledo; dos barranquilleros judíos que decidieron pasar sus últimos años en Israel.
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