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El alquiler de quioscos hechos con palmeras a la orilla de las playas de municipios como Tubará es un negocio que ahora está atrayendo a lo extorsionistas, quienes lejos de verse pasando un fin de semana frente al mar, buscan intimidar a través de llamadas telefónicas a los humildes propietarios de estos establecimientos improvisados que albergan a turistas.
De acuerdo con el teniente coronel Edwin Álvarez, comandante operativo de la Policía del Atlántico, a través de plataformas digitales consiguen los números telefónicos para solicitar cuantías que pueden ir desde $100.000 hasta $20 millones de pesos.
"Hemos identificado un modus operandi en estas personas y estamos haciendo visita en terreno para apoyar a la comunidad y revisar la situación", indicó.
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Pero lo que contaron a Blu Radio algunos caseteros, quienes pidieron reserva de su identidad, además de dinero, les están pidiendo armas, que supuestamente serían destinadas para el Clan del Golfo.
De acuerdo con la Policía del Atlántico, en su mayoría, han sido detectadas estas extorsiones provenientes de centros carcelarios, por lo que no se descarta que quienes las realizan pertenezcan a diferentes bandas delincuenciales.
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Dado que varios de los cobros han sido solicitados a través de cuentas bancarias digitales, la Fiscalía cuenta en su poder con información al respecto para investigar la trazabilidad del dinero y dar con los responsables de dichas intimidaciones.
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