El sábado, 4 de febrero, una mujer de 26 años apareció tirada en el suelo e inconsciente en medio de una calle del barrio Los Alcaceres, en el norte de Bogotá.
El caso llamó la atención de la ciudadanía y los medios de comunicación, ya que no era clara la razón por la que el conductor del carro rojo, que se evidencia en las grabaciones de seguridad, la dejó tirada en el piso sin ningún reparo.
Por fortuna para la joven, un hombre que iba a parquear un vehículo en ese sector de la ciudad se percató de ella y le ayudó, llamó a una ambulancia y esta se logró recuperar tras el incidente. En Mañanas Blu la joven contó su historia y resaltó que se trató de un robo en el que la drogaron.
La joven explicó que ella tomó un taxi, pero este empezó a tomar unas rutas que no correspondían con el camino a su casa, por lo que empezó una discusión con el taxista, pero este le decía que ella estaba ebria, por lo que no sabía ni dónde era su hogar.
En ese momento, ella aún tenía todos sus objetos personales e iba conversando con un amigo por celular, a quien alcanzó a decirle que la estaban perdiendo del camino.
Momentos después, el taxista se detuvo y decidió bajarla del vehículo, de inmediato otra persona, en otro carro, le preguntó si estaba bien y la subió al auto rojo que se evidencia en las grabaciones de seguridad.
El conductor del carro rojo le preguntó sobre "¿cómo estaba?", a lo que ella le respondió que la estaban perdiendo y rompió en llanto. Ya dentro del carro rojo alcanzó a enviarle un mensaje a la persona con la que hablaba por su teléfono, pero perdió el conocimiento.
El conductor del carro rojo, al parecer, era un cómplice del taxista, ya que la joven apareció tirada, le quitaron su teléfono, su billetera, su bolso y hasta su chaqueta. Además, presenta varios golpes en su cuerpo:
"Tengo rasguños en la mano, tengo un golpe en el pecho, tengo un golpe en la cadera en la parte izquierda, estoy como maltratada de los golpes", expresó al joven.
La víctima alcanzó a ubicar su teléfono en las compraventas de Chapinero, el último lugar donde estuvo prendido. La joven también denuncia que se acercó al CAI de Lourdes, donde simplemente le dijeron que ya no había nada que hacer.
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