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El grupo Sura llamó a asamblea extraordinaria para hacerle frente a las intenciones de la familia Gilinski, debido a la demanda ante la Superintendencia de Sociedades que busca en una nueva pelea, suspender los votos de Sura y Argos en la junta directiva de Nutresa para que Gilisnki se quede con el control.
Esta batalla empresarial no para y en cada encuentro de accionistas la tensión se hace evidente entre la familia Gilisnki y los representantes del GEA.
La tormenta interna nuevamente quedó en evidencia en la última asamblea de Nutresa, donde no solo se revelaron los resultados positivos de la multinacional de alimentos como 882.000 millones de pesos en ganancias, sino que hubo fuertes diferencias porque la mayoría de los socios, en este caso de Sura y Argos, aprobó extender hasta el próximo 2024 el periodo de los actuales de la junta, es decir, los siete integrantes seguirán igual.
Esta decisión no solo generó el rechazo de la familia Gilinski y sus representantes, sino que Jaime Gilinski se levantó entre el público y solicitó una nueva asamblea para elegir a nuevos de la junta.
“Es para tramitar, darle trámite para que la asamblea extraordinaria ocurra el 30 de marzo y así todos los accionistas todos los accionistas tendremos la oportunidad de elegir una nueva junta directiva”, afirmó.
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Pero la nueva disputa hasta ahora empezaba porque más tarde Cristian Murrle, miembro independiente, pero cuota de Gilinski, renunció a la junta porque, como dijo en su carta, los accionistas tienen el derecho de decidir si mantienen a los actuales o eligen a nuevos representantes.
Acto seguido, la empresa Campbelltown, de Jaime Gilinski, interpuso una demanda en la Superintendencia de Sociedades contra la conformación de la actual junta directiva de Nutresa y pidió como medida cautelar que suspenda el voto de los representantes de Sura y Argos.
Sin embargo, el Grupo Sura respondió que aún están vigentes los votos, pues la superintendencia no ha decretado ninguna medida cautelar aún y solo notificó que recibió una nueva demanda. Por eso, ya tiene listo todo su grupo jurídico para demostrar que no hay ningún conflicto de intereses y evitar que una suspensión de sus en juntas conlleve a que Gilinski pueda nombrar de manera autónoma todos los nuevos integrantes y controlar así a Nutresa, a pesar de tener solo el 31 por ciento de la participación accionaria.
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El Grupo Sura convocó a asamblea extraordinaria de accionistas para el próximo viernes 31 de marzo, a las 8:00 de la mañana en Plaza Mayor de Medellín, donde se espera se explique porque no tienen conflictos de interés los de la junta para deliberar en la Asamblea de Nutresa, convocada para el próximo 11 de abril, y elegir una nueva junta directiva.
Por ahora, la pelota está en la Superintendencia de Sociedades que debería fallar de fondo en esta nueva demanda.
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