
La Iglesia no es una aduana; tiene las puertas abiertas a todos: papa Francisco
El papa invitó a los fieles a enfocarse en lo esencial, es decir, “ir a lo profundo, a lo que cuenta y tiene valor para la vida”.

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Tras su llegada a la ciudad de Medellín y en el marco de la misa proclamada en el aeropuerto Olaya Herrera, el papa Francisco enfocó su homilía a confrontar a la Iglesia a vivir un discipulado real.
Señaló que debemos ir tras Jesús, lo que significa no aferrarse "a cierto estilo, o a ciertas prácticas que nos acercan más al modo de ser de algunos fariseos de entonces que al de Jesús".
El papa invitó a los fieles a enfocarse en lo esencial, es decir, “ir a lo profundo, a lo que cuenta y tiene valor para la vida”.
Asimismo, el santo padre aseguró que el discipulado no puede ser motivado por la costumbre, sino que debe partir de una experiencia viva de Dios.
El segundo llamado que realizó fue a la renovación de la Iglesia. Aseguró que no se debe temer a la renovación, pero que esta sí "supone sacrificio y valentía" para responder mejor al llamado del señor.
En ese punto, el sumo pontífice nuevamente hizo mención del tema de la paz, señalando que para realizar una construcción de la misma se necesita llevar el estilo de vida de Jesús.
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El papa también hizo un llamado a involucrarse y pidió no ser piedra de tropiezo para los demás fieles, ya que asegura que "la Iglesia no es nuestra sino de Dios (…) Nosotros somos simples servidores y no podemos ser quienes impidamos ese encuentro. Al contrario, Jesús nos pide, como lo hizo a sus discípulos: ‘denles ustedes de comer’”. Recalcó además que "La Iglesia no es una aduana; tiene las puertas abiertas a todos".
Finalmente, el papa dijo que Colombia está llamada a la formación de discípulos y pide que se mantengan firmes y libres en Cristo "de modo que lo refleje en todo lo que hagan; asuman con todas sus fuerzas el seguimiento de Jesús".