Diferencias entre el Gobierno nacional y el de Antioquia en temas como la seguridad siguen generando controversia, pues desde el departamento siguen cuestionando el apoyo del Estado frente a las complejas situaciones de orden público que atraviesan varias subregiones.
El más reciente capítulo está marcado por la respuesta que el Gobierno nacional entregó al gobernador Andrés Julián Rendón frente a la solicitud de asistencia militar que planteó a inicios de mayo, sobre todo por el denominado plan pistola que dejó en casi 30 atentados en diferentes municipios al menos 11 integrantes de la fuerza pública muertos.
En la carta firmada por Diego Alejandro Sierra, asesor de la Jefatura de Despacho Presidencial, el Gobierno asegura que tomaron “debida nota” de la solicitud hecha por Rendón y que “han dispuesto las acciones operacionales pertinentes en el marco de sus competencias constitucionales y legales, en articulación con las autoridades regionales y locales”.
Además, que “se están evaluando continuamente los escenarios tácticos y estratégicos, con el fin de adoptar las medidas que mejor contribuyan a la restauración del orden”.
La respuesta no cayó bien para el mandatario antioqueño que en las últimas horas se refirió al oficio asegurando que “fue de trámite, vacía y evasiva”, pues el gobernador en varios escenarios ha insistido en aumentar la capacidad de la fuerza pública no solo en número, sino también en materia de recursos y capacidades.
Esta nueva diferencia con el Gobierno nacional se produce en medio de las tensiones en materia de seguridad que afrontan varias subregiones de Antioquia como el Norte donde en el municipio de Valdivia cuatro soldados resultaron heridos en las últimas horas tras un hostigamiento del ELN en zona rural.
También en esta localidad aún faltan por retornar a sus hogares varias familias que se desplazaron hace varias semanas de veredas como La Llana y La Coposa huyendo de enfrentamientos entre el Clan del Golfo, las disidencias de las Farc y el ELN.